Vitoria. La Justicia norirlandesa ha perdido el rastro del ex preso de ETA Iñaki de Juana Chaos, quien desde el pasado 25 de marzo no se ha presentado en la comisaría de policía donde debía personarse diariamente para cumplir con lo establecido en su libertad condicional. Además, el ex miembro de la organización terrorista, quien residía desde hace año y medio en Irlanda del Norte junto a su mujer, también ha abandonado su domicilio y el trabajo que desempeñaba en dos cafeterías, datos que apuntan a una posible fuga ante su cercana extradición a España, según revelan fuentes judiciales.
La defensa de De Juana debía presentar los días 28 y 29 de junio ante el Alto Tribunal de Apelaciones norirlandés sus alegatos contra la extradición, después de que el juez instructor de su caso, Thomas Burguess, desestimará en febrero los argumentos que el ex preso esgrimió para evitar su devolución y diera luz verde a la demanda de las autoridades españolas.
Hasta entonces, De Juana tenía la obligación de presentarse diariamente en la comisaría de Policía de Grosvenor Roead, de residir en un domicilio determinado y de respetar un toque de queda nocturno. Aparte, se le concedió permiso para trabajar en dos cafeterías, en virtud de los términos de la fianza.
La Justicia española quiere interrogar a De Juana para determinar si fue el autor de una carta leída por una mujer en el homenaje que se le rindió en agosto de 2008 en Donostia tras salir de la cárcel -en el que no estuvo presente- y cuyo contenido podría constituir un delito de enaltecimiento del terrorismo.
detención Al margen del caso de De Juana, el consejero de Interior, Rodolfo Ares, felicitó ayer a los agentes que arrestaron el miércoles en Bakio a Gorka Alexander Bustindui, de 29 años de edad, quien presuntamente formaba parte de un grupo al que se le atribuye la quema, en febrero del año pasado, de un cajero automático en el barrio de Deusto de la capital vizcaína. La detención de Bakio demuestra, según indicó Ares, la voluntad de la Ertzaintza de "segar la cantera de ETA". "Es una demostración más de que la Ertzaintza va a cumplir uno de los objetivos fundamentales que tenemos encomendados, que es segar la cantera a ETA, hacer que tenga cada vez más dificultades para incorporar gente a sus filas", explicó el titular de Interior.