vitoria. Continúan los tiras y aflojas que mantiene la clase política a cuenta de la "reformulación" del Plan de Educación para la Paz. Tras las sucesivas ampliaciones de plazo que ha vivido, el proceso de negociación del nuevo plan afronta una semana que puede ser decisiva para la consecución de marcos de entendimiento que lleguen más allá del acuerdo que el PSE mantiene con sus socios del PP y UPyD. Sin embargo, después de la llamada al entendimiento que defendió la semana pasada Idoia Mendia, los portavoces del PSE cruzaron de nuevo ayer sus mensajes enturbiando las opciones del consenso.

Así, mientras el consejero de Interior, Rodolfo Ares, retomaba los guiños de Mendia confiando en que los partidos serán capaces de encontrar "algún camino" para ponerse de acuerdo en esta reforma, y reiteraba que la "voluntad del Gobierno" es buscar "no sólo diálogo y negociación" sino pactos concretos, su compañero de filas José Antonio Pastor matizaba que, si bien se buscará el diálogo, el plan se aprobará con él o sin él. "La Ley tiene que salir en cualquier caso porque nos obliga el Parlamento a hacerla. Intentaremos hacerla de la mejor forma, pero es evidente que se hará. Lo que no haremos es meterla en el congelador y esperar tiempos mejores, porque eso es renunciar a nuestra responsabilidad", zanjó.

Por su parte, Arantza Quiroga aseguró una vez más que "la paz no estará asegurada" sin la educación en valores que defiende el PP, y aplaudió que el PSE haya perdido el "miedo reverencial" a sacar adelante proyectos sin el PNV.