vitoria. La comunidad educativa es ahora mismo un hervidero en el que los agentes que la integran ultiman sus posiciones de cara a la reunión de la comisión ejecutiva que la permanente del Consejo Escolar tiene previsto celebrar mañana y de la que debería salir su valoración del nuevo Plan de Educación para la Paz.
Después de varias semanas sometidos a un apagón informativo total que les ha llevado a conocer el avance de esta iniciativa a través de los medios de comunicación, algunos agentes han recibido por fin en las últimas horas el borrador de esta reforma que tan directamente les afecta por cauces oficiales. Aún son sólo una minoría, pero todos desmenuzan ya lo que saben de este plan para aportar su opinión y sus críticas a la cita de mañana, que en principio el Consejo mantiene, a pesar de que incluso el propio Gobierno Vasco se ha visto obligado a retrasar la aprobación del Plan tras comprobar el rechazo que su elaboración ha provocado entre los partidos y la comunidad educativa.
"carácter de urgencia" Los privilegiados a los que el Gabinete López ha hecho llegar el texto lo han recibido junto con una llamada a estudiarlo y trabajar con él "con carácter de urgencia" dada la inminencia del Consejo Escolar. Sin embargo, ante un tema tan sensible, la mayoría de los agentes adelantan que no están en absoluto dispuestos a dejarse llevar por las prisas ni a elaborar una respuesta lastrada por la forma en que la Administración ha llevado la presentación de una iniciativa en la que no se les ha tenido en cuenta. "¿A qué vienen ahora las prisas?", se preguntan muchos de ellos que, incluso planean proponer al Consejo que haga mañana una crítica formal del procedimiento con que se ha presentado esta reforma.
Éste es el caso de algunas federaciones escolares y sindicatos de profesores como STEE-EILAS, ELA y LAB, que critican el fondo y la forma del nuevo plan, pero también de UGT, que lamenta tener la sensación que para los impulsores del plan "los profesores no existen". La excepción es CC OO, que pedirá eso sí que "no se soliviante" a la comunidad y se busque el máximo consenso.
volver a empezar Por su parte, la Cooperativa Europea de Ikastolas -ajena al Consejo Escolar- adelantaba ayer que pedirá que el debate vuelva a empezar, devolviéndolo así a un escenario inclusivo y enriquecedor que libere al borrador del "impulso político" que actualmente lo lastra con "planteamientos unilaterales".