MADRID. Así, asegura que Alemania, Austria, Azerbaiyán, Bosnia y Herzegovina, Dinamarca, Eslovaquia, España, Francia, Italia, Reino Unido, Rusia y Suecia son algunos de los países que las aceptan y apunta que algunos Gobiernos intentan enviar a extranjeros considerados una amenaza para la seguridad nacional a países donde están expuestos a sufrir tortura y otros malos tratos basándose en las citadas "garantías diplomáticas".

Según explicó la experta de AI en antiterrorismo y derechos humanos en Europa, Julia Hall, "no se puede confiar en las garantías contra la tortura de gobiernos que practican de manera habitual tal abuso". "Los Gobiernos europeos que aceptan estas promesas vacías menoscaban la prohibición absoluta de la tortura", apostilló.

El informe se centra en el uso de garantías diplomáticas por parte de varios gobiernos europeos para justificar la devolución, extradición u otras formas expulsión de extranjeros considerados una "amenaza para la seguridad nacional". "Pidiendo garantías de que estas personas recibirán un trato humano, los gobiernos dan por hecho que su transferencia es "respetuosa de los derechos humanos".

No obstante, AI cuestiona este supuesto con investigaciones y análisis sobre cómo las garantías diplomáticas amenazan la prohibición mundial de la tortura y otros malos tratos y cómo las "deficiencias inherentes" a la práctica han sido causa de que algunas personas hayan sufrido tortura y malos tratos.

"Los gobiernos europeos deben reafirmar su compromiso con el principio fundamental de la protección de los derechos humanos, lo cual supone proteger a las personas de los abusos cumpliendo las obligaciones internacionales. Las garantías diplomáticas no ofrecen tal protección, por lo que debe renunciarse ya a la práctica de basarse en ellas", afirmó Hall.