La secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, consideró ayer que el presidente cubano, Raúl Castro, y su hermano, el ex mandatario Fidel, no quieren el fin del embargo a la isla porque "perderían todas sus excusas por lo que no ha pasado en Cuba en los últimos 50 años". Aunque sostuvo que la respuesta cubana a los esfuerzos del presidente Obama por mejorar la cooperación revelan un "régimen intransigente y atrincherado" que no está interesado en hacer reformas.