madrid. El ex presidente de Estados Unidos George W. Bush, el ex vicepresidente Dick Cheney y el antiguo secretario de Defensa Donald Rumsfeld encubrieron que en el penal de la base norteamericana de Guantánamo (Cuba) había cientos de inocentes detenidos, según el antaño jefe del Estado Mayor Lawrence Wilkerson. A su entender, los dignatarios temían perjudicar la guerra en Irak y la estrategia antiterrorista.
El coronel Wilkerson, que asesoró al ex secretario de Estado Colin Powell, ha emitido estas acusaciones en una declaración firmada de apoyo a un detenido de Guantánamo, documento al que ha tenido acceso el diario británico The Times.
Wilkerson concretó que Cheney y Rumsfeld sabían que la mayoría de las primeras 742 primeras personas enviadas a Guantánamo en 2002 eran inocentes, pero que era "políticamente imposible liberarlas". Se cree que el mismo Powell respalda esta versión.
Este coronel añadió que en el penal de la base cubana había personas de entre 12 y 93 años de edad, y que la mayoría no vieron a un soldado estadounidense ni siquiera en el momento de la detención. Según su versión, muchos fueron entregados por afganos y paquistaníes que recibieron a cambio 5.000 dólares (3.712 euros al cambio actual).
Wilkerson opina que en el caso de darse a conocer esta realidad, habría habido graves consecuencias para la cúpula del Departamento de Defensa. Este asesor era conocido por su postura crítica respecto a la estrategia antiterrorista de Bush y a la guerra de Irak.
Cheney "no tenía absolutamente ninguna preocupación por que la amplia mayoría de los detenidos de Guantánamo eran inocentes (...). Si cientos de individuos inocentes tenían que sufrir para detener a unos cuantos terroristas incondicionales, que así sea", ilustró. "Discutí el asunto con el secretario Powell. Me enteré de que creía que no eran sólo el vicepresidente Cheney y el secretario Rumsfeld, sino que también el presidente Bush estaba implicado en toda la toma de decisiones de Guantánamo".
Wilkerson sostiene que el Gobierno de Bush estaba desesperado por buscar una relación entre el dictador de Irak Sadam Husein y los atentados del 11 de septiembre de 2001 para "justificar los planes de la administración para hacer la guerra con ese país".
Una fuente cercana a Rumsfeld ya ha comentado que las afirmaciones de este antiguo asesor son completamente inciertas. Dicha fuente señaló que Donald Rumsfeld trabajó por la liberación de los detenidos y mantener el número de prisioneros lo más bajo posible.