Al menos 73 agentes de Policía murieron ayer como consecuencia de una emboscada tendida por los insurgentes maoístas en el Estado de Chhattisgarh, en el centro de India. El Gobierno local precisó que la cifra de muertos aún podía aumentar. Los refuerzos policiales intentaban recuperar los cadáveres pese a los disparos de los maoístas, considerado por el Gobierno como la más grave amenaza interna. La emboscada fue efectuada con explosivos y disparos de arma ligera desde las colinas que rodean una densa zona forestal. Es el segundo ataque de este tipo registrado esta semana y el más mortífero de los últimos años.
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