Tras ser criticado desde la oposición por no redactar un programa de Gobierno, el Ejecutivo de Patxi López presentó en noviembre un ambicioso calendario legislativo que pretende ser su guía de su actuación para los próximos tres años. El propio Gobierno se metió presión para sacar adelante sus 48 proyectos de Ley, con fechas concretas de entrega, y ahora cuenta con menos de tres meses para llevar a la Cámara once textos legislativos. Es así porque el Ejecutivo se ha marcado para este año 2010 la remisión de la mitad de toda su producción legislativa, 24 proyectos de ley.

De momento sólo hay tres proyectos que no han entrado en plazo en el registro de la Cámara. Son la Ley de Modificación de diversas leyes para adaptarlas a la directiva europea y del Consejo de 12 de diciembre de 2006, relativa a los servicios del mercado interior; la Ley de Estadística y la Ley de Publicidad Institucional, un texto éste último del que Lakua ya esbozó un borrador. A la Diputación vizcaína no le gustó el documento y amenazó con recurrirlo a la Comisión Arbitral. Los tres proyectos de ley debían haberse presentado en el primer trimestre del año, según las previsiones del Gobierno.

Así, concluidas las vacaciones de Semana Santa, Lakua cuenta con menos de tres meses para registrar en el Parlamento los proyectos de ley del consejo Vasco de Mujeres contra la Igualdad, la Ley de Policía, la Ley de creación de la Agencia Vasca de Emergencias y Meteorología, la Ley de la Agencia Vasca de la Competencia, la Ley de Finanzas y la de Modificación de la Ley de Drogodependencias, y la modificación de la Ley de Política Agraria y Alimentaria. Además, quedan pendientes los tres proyectos que se debían haber entregado en marzo y la Ley Municipal, la principal apuesta del Gobierno para este inicio de Legislatura.

Cuentan fuentes del propio Ejecutivo de Lakua que técnicos y políticos trabajan en la actualidad en la redacción de todos los textos legales pendientes. De momento sólo ha llegado al Parlamento la Ley de Caza, cuyo límite de entrega era el mes de junio, lo cual confirma el carácter orientativo de un documento, el calendario legislativo, que por otra parte se convertirá en norma en futuras legislaturas, después de que el PSE lograra institucionalizar su esfuerzo de gestión.

"Es un documento dinámico que se debe ir rediseñando, adaptando y perfeccionando, está configurado de manera que sea posible la adecuación, incorporación o separación de aquellas iniciativas legislativas que se demanden por circunstancias sobrevenidas", explicó la portavoz del Gobierno, Idoia Mendia, el día de la presentación de esta declaración de intenciones, el 17 de noviembre.

En este primer año de Gobierno socialista se han aprobado únicamente tres leyes, la que eliminó la Defensoría de la Infancia y la Adolescencia, la Ley de Presupuestos y la de medidas presupuestarias urgentes. En todo caso, es el ritmo habitual de producción legislativa en un año postelectoral, pues en 2005 el Ejecutivo de Ibarretxe aprobó cinco. En toda la anterior Legislatura el tripartito sacó adelante 51 leyes.

El Gobierno ha concentrado la mayoría de la producción legislativa en 2010 y 2011, pues según explicó Mendia, se quieren aprovechar los dos últimos ejercicios para presentar leyes más complejas por su carácter interinstitucional, como la Ley de Función Pública o la de Cajas.

Por otro lado, los departamentos del Ejecutivo han de remitir cada medio año una memoria sobre el grado de cumplimiento del calendario para facilitar la labor de control al Gobierno por parte de la oposición.

De momento, los partidos de la Cámara, a excepción de EB y EA, no son muy críticos al respecto. El PP apuesta por "dar tiempo" al Gobierno, toda vez que el primer trimestre del año acaba de expirar, y que desde Lakua les han comunicado "que se está trabajando en muchas de las leyes pendientes". Lo mismo opina Aralar, formación que prefiere esperar a las vacaciones de verano para empezar a pedir cuentas al Ejecutivo.

El parlamentario del PNV Ricardo Gatzagaetxebarria también prefiere esperar acontecimientos. "No se han cumplido las fechas, pero no tiene mayor trascendencia política porque es una guía de actuación que nadie les ha pedido, ellos fijan el calendario y ellos lo incumplen". Eso sí, los jeltzales censuran que "no haya habido un programa de Gobierno con una buena planificación legislativa".

En UPyD consideran que "para la Ley Municipal van a andar muy justos" por su complejidad. Esta misma semana Eudel presentó al lehendakari su documento de aportaciones para el texto normativo, por lo que el proyecto está aún en una fase muy inicial, y el Ejecutivo se ha puesto este primer semestre del año como tope para llevarlo al Parlamento. En todo caso, UPyD cree que "si se empeñan pueden hacerlo".

Desde Ezker Batua, Mikel Arana critica que se limite "el programa de Gobierno a una mera relación de fechas y plazos". EB ya advirtió en otoño de que sería complicado cumplir los compromisos fijados en el calendario, pues "los trámites para elaborar una ley suelen ser largos, especialmente por los periodos de información pública y alegaciones".

Arana señala, además, que llevar un texto al Parlamento no equivale a legislar, pues "lo verdaderamente importante es el periodo de debate y aprobación final por los grupos parlamentarios". Por otro lado, Ezker Batua considera un error "priorizar el orden de remisión de los proyectos en función de la mayor o menor complejidad de los mismos, ya que se debería intentar tramitar primero los que atiendan las necesidades más urgentes de la ciudadanía".

El portavoz de EA Jesús Mari Larrazabal cree que las apreturas temporales que se va a encontrar el Ejecutivo para cumplir con sus propias predicciones se deben a que "no gobierna". Larrazabal censura que, "a las primeras de cambio", Patxi López "ya ha dejado claro que no podemos esperar que cumpla su palabra", y recuerda que en la pasada Legislatura "se dedicó a acusar al tripartito de no gobernar, de preocuparse por cuestiones simbólicas que según él no tenían nada que ver con la Euskadi real".