madrid. Sólo el grupo de ERC-IU-ICV se opuso ayer al envío de los 511 nuevos soldados a Afganistán prometido por Zapatero a la OTAN y que ayer fue defendido ante la respectiva comisión del Congreso por la ministra de Defensa, Carme Chacón. Este nuevo despliegue, que además de los efectivos del Ejército incluye a 40 guardias civiles, costará 100 millones de euros al año y se justifica, según el Gobierno, por el compromiso de España en la formación del nuevo ejército de aquel país dentro del denominado proceso de "afganización" (dejar la seguridad exclusivamente en manos del Ejecutivo de Kabul).
Durante su comparecencia para solicitar el permiso de la Cámara Baja a este nuevo envío, Chacón apuntó que España "va a contribuir de una forma más que notable a la formación del Ejército Afgano", y concretó que militares hispanos formarán "uno de cada 20" nuevos soldados afganos, hasta llegar a unos 2.000. Explicó que España tiene ahora 1.068 efectivos en el país asiático (1.600 con la nueva remesa además de cerca de medio centenar de guardias civiles) y que la previsión del Estado Mayor de la Defensa es que los nuevos soldados se incorporen a partir de marzo a la base de Qala-i-Naw, y el resto lo hará "en función de las necesidades aliadas en lo que queda de año". Por su parte, la Guardia Civil ya tiene 18 efectivos en aquel país, y Chacón adelantó que está previsto que durante febrero 24 agentes se integren dentro de la Gendarmería Europea. El resto del personal se desplegaría con posterioridad, y todos ellos tendrán el apoyo de un grupo de 16 militares.
La ministra reconoció que la misión que se desarrolla en Afganistán en "un escenario altamente arriesgado de conflicto y guerra", pero justificó el refuerzo español para que esa situación pueda acabar en "un futuro no muy lejano", aunque eludió poner fecha. Según ella, la nueva estrategia de la OTAN y de Estados Unidos (que establece el envío de 40.000 soldados más) permitirá acelerar el traspaso de las funciones de seguridad a las fuerzas afganas y acabar con una "misión de paz" como la de ISAF. A juicio de Chacón, es la primera vez en ocho años que se tienen "objetivos y fases claros y precisos" que permiten ver "luz al final del túnel" y que hace que algunos países hayan puesto fecha a la retirada. "Yo no me atrevo a decirlo tan alto. Pero es la primera vez que soy consciente de que hay una línea recta entre nuestros objetivos y lo que estamos haciendo en el teatro de operaciones ", se escabulló la ministra.
próxima cita Por otra parte el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, anunció ayer durante su comparecencia matutina en el Congreso que va a comparecer en "próximas fechas" ante el Pleno de la Cámara Baja para informar de la participación militar de España en Afganistán y de las perspectivas de la misión ISAF. El presidente respondió así al requerimiento reiterado que le había hecho el presidente del PP, Mariano Rajoy, en la sesión de control. "Voy a atender su petición", le dijo Zapatero a Rajoy después de agradecerle su apoyo al envío del nuevo contingente.
El líder del PP reprochó al presidente que haya rehuido participar en un debate monográfico sobre Afganistán desde 2004, delegando en el ministro de Defensa de turno. También le recordó que en 2008 aseguró que no enviaría más soldados a Afganistán.