roma. La hipótesis de que Silvio Berlusconi fundara su partido gracias al apoyo de Cosa Nostra volvió ayer a cobrar peso a raíz de las declaraciones de Massimo Ciancimino, el hijo del ex alcalde mafioso de Palermo, Vito Ciancimino, quien aseguró que el nacimiento de Forza Italia fue fruto de las negociaciones que el Estado llevó a cabo con la sanguinaria mafia siciliana a principios de los años 90. Tanto los abogados como los portavoces del partido de Berlusconi desmintieron categóricamente estas acusaciones, tildándolas de "delirantes". Ciancimino prestó declaración en calidad de testigo durante el juicio que se está llevando a cabo contra el ex comandante del Servicio Operativo Especial de los Carabinieri (ROS), Mario Mori, a quien se acusa de haber favorecido en 1995 la fuga del capo, Bernardo Provenzano.

Forza Italia "es fruto de la negociación entre el Estado y Cosa Nostra", declaró Ciancimino interrogado por los magistrados en relación con un pizzino (nombre con el que se denomina a los mensajes secretos que se transmiten entre sí los mafiosos) atribuido a Provenzano y que, según el testigo, estaba dirigido a Berlusconi y a su mano derecha, el parlamentario Marcello Dell"Utri, que en el pasado ya ha sido condenado por colaborar con la Mafia.

Además de declarar, Ciancimino aportó al juicio un nuevo documento, cuya existencia era hasta ahora desconocida tanto para los fiscales como para la defensa. Se trata de una carta que su padre habría dirigido a Dell"Utri y, a través de éste, a Berlusconi. En ella el ex alcalde amenazaba a los destinatarios con contar todo lo que sabe sobre sus relaciones con la Mafia.

Ciancimino no es el único testigo que menciona la posibilidad de que la Mafia hubiera desempeñado un papel en el nacimiento del partido de Berlusconi. A finales de 2009, el mafioso Gaspare Spatuzza hizo referencia a esta cuestión durante el proceso de apelación que se está llevando a cabo contra Marcello Dell"Utri, que ya ha sido condenado en primer grado.