Según el análisis compartido por todos los sindicatos de la Ertzaintza, la escasez de plantilla afecta sobre todo a las patrullas encargadas de la Seguridad Ciudadana, precisamente el servicio más visible y que afecta más directamente a los vecinos de los municipios vascos. Con la experiencia que aporta el trabajo diario, el sindicato ESAN expone de forma gráfica la situación de indefensión en la que se encuentran muchos de estos agentes de "calle." El representante de este sindicato Eneko Urquijo explica que "las patrullas son dirigidas, es decir, se les marca unos puntos y no se permite que se patrulle por zonas de extrarradios ni rurales". Las denuncias de los alcaldes de estas comarcas se están multiplicando ante la ausencia de presencia policial. Las consecuencias son demoledoras: "En las zonas rurales y alejadas de los núcleos urbanos, que son mayoría en Euskadi, no se realizan vigilancias policiales habitualmente, lo que está llevando a que se incremente sobremanera el índice de robos y atracos en zonas de caseríos y chalets". Todo ello ante la impotencia de los propios agentes. Según CCOO, "la delincuencia está encantada, la crisis va a ir a más y la sensación de inseguridad va a ser tremenda", creen.