LISBOA. Fuentes oficiales informaron de que los artificieros de la Guardia Nacional Republicana de Portugal (GNR) realizaron una decena de explosiones en una cantera cercana al chalet intervenido, durante la pasada noche y la mañana de hoy.

Las autoridades mantienen todavía un perímetro de seguridad alrededor de la vivienda, situada en las inmediaciones de Obidos, a un centenar de kilómetros al norte de Lisboa, aunque ya han permitido a los vecinos de los alrededores regresar a sus casas.

Además de los especialistas de la GNR (un cuerpo similar a la Guardia Civil española) permanecen en el chalet los investigadores de la Policía Judicial lusa, que inventarían y analizan los objetos encontrados.

Los artificieros usaron un robot para manipular los explosivos y su responsable, Hélder Barros, declaró a los periodistas que la operación tuvo que hacerse con extrema precaución por la posibilidad de que hubiera trampas preparadas y por el hecho de que los explosivos llenaban prácticamente todo el garaje de la casa.

Casi todo el producto encontrado es nitrato de amonio envasado en bidones, aunque también aparecieron una decena de bombas listas para detonar, según las autoridades. La prensa lusa destacaba hoy que los explosivos hallados en Obidos son uno de los mayores arsenales incautados a ETA en toda su historia.

Los altos mandos policiales portugueses que informaron el viernes de la existencia de los explosivos no mencionaron en ningún momento a ETA, ni quisieron confirmar los detalles que, según lo informado en España por fuentes de la lucha antiterrorista, apuntan directamente a esa organización como responsable de su fabricación.

Pero los principales medios lusos daban hoy por sentado que la aparición del chalet de Obidos confirma que ETA se había establecido en Portugal.

Extroficialmente se informó de que las autoridades lusas buscan a dos presuntos miembros de la organización terrorista, que fueron identificados por los vecinos como los dos hombres que alquilaron la casa, con fotos enviadas por la Policía española.

Sus identidades, reveladas en España, corresponden a Andoni Zengotitabengoa Fernández y Oier Gómez Mielgodos, con antecedentes por participar en acciones de violencia callejera de ETA.

Su presunta base de Obidos, la primera que se le atribuye en Portugal pese a que se sospechaba su presencia desde hace años, fue detectada después de que los inquilinos la abandonarán precipitadamente, dejando abiertas puertas y ventanas, tras huir el lunes de un control rutinario de la GNR en la zona.