MADRID. El Ministerio del Interior trasladó el pasado martes desde la cárcel de Topas (Salamanca) hasta la prisión Sevilla II al dirigente de la ilegalizada Batasuna Joseba Permach, encarcelado desde la operación desarrollada en Segura (Guipúzcoa) en octubre de 2007 contra la nueva cúpula de la izquierda abertzale.

Así lo han confirmado a Efe fuentes penitenciarias, que han explicado que el traslado de Permach se enmarca en la política de dispersión de los presos etarras.

La mayoría de los miembros de Batasuna que permanecen en prisión se encuentran internados en cárceles no muy alejadas del País Vasco, como Valladolid, Logroño, Dueñas (Palencia), Zuera (Zaragoza), Burgos y la propia Topas, donde Permach ha coincidido con Maite Díaz de Heredia, arrestada como él en la operación de Segura.

Permach, quien dirigía el área de Coordinación de Batasuna hasta su detención, también ha compartido prisión con el abogado Txema Matanzas, que en los últimos tiempos se ha ido alejando de las tesis de la dirección de ETA.

El pasado mes de julio, en un documento intervenido por las Fuerzas de Seguridad del Estado, Matanzas aseguraba que había llegado la hora de "cerrar la persiana" ante la evidencia de que "el Estado no va a volver a negociar" con la banda.

En Sevilla II, Permach se ha encontrado ahora con dos viejos dirigentes de la banda terrorista: José Javier Arizkuren Ruiz "Kantauri" e Ignacio Arakama Mendía "Makario".

Arizkuren, jefe de los comandos de ETA en los años 90, fue detenido en París en marzo de 1999 y designado por la banda terrorista como uno de los tres interlocutores del Gobierno del PP durante la tregua de ese mismo año.

Por su parte, "Makario", responsable de 18 asesinatos, fue expulsado de ETA en 2004 por firmar una carta junto a otros históricos de la banda como Francisco Múgica Garmendia, alias "Pakito", en la que abogaba por el abandono de las armas.

En Sevilla II solamente hay otros dos presos más de la banda terrorista, ambos son jóvenes y proceden de la violencia callejera.

Se trata de Urtzi Paul y Jon Villanueva, trasladados a esta cárcel sevillana en los últimos dos meses.