teherán. La Policía iraní volvió a cargar ayer con gases lacrimógenos contra un grupo de partidarios de la oposición reunidos en el oeste de Teherán para denunciar la muerte, el domingo, del sobrino del dirigente reformista Mir Hossein Musaví y detuvo al menos a diez importantes figuras de la oposición, según informaron medios afines a ésta. Además el Consejo Supremo Nacional de Seguridad de la República Islámica, citado por la televisión estatal iraní, reconoció la muerte de al menos una docena de personas durante las protestas del domingo e indicó que más de 60 resultaron heridas en Teherán.
Según informó la web opositora Norooz, tres consejeros de Musaví se encuentran detenidos junto con siete políticos reformistas. Entre éstos estaría Ebrahim Yazdi, líder del Movimiento Libertad, prohibido, y ministro de Exteriores en el primer gobierno iraní tras la Revolución de 1979.
cadáver Ayer, más allá de las cargas contra los partidarios de Musaví que se congregaron en la capital para dar el pésame al líder opositor por la muerte de su sobrino, no hubo noticias de nuevas protestas. Estas informaciones no obstante no pudieron ser confirmadas de forma independiente ya que la prensa extranjera tiene prohibido cubrir directamente esos actos. Además, ayer tampoco funcionaban los servicios de mensaje de texto de los móviles en Teherán. Entretanto, la televisión estatal achacaba la muerte de Ali Habibi Musaví Jamene, (sobrino de Mir Hossein Musaví) a "asaltantes desconocidos".
El paradero del cadáver del joven también fue ayer fuente de polémica. Según indicaba una web moderada, el cadáver del sobrino de Musaví habría desaparecido del hospital Avicena, si bien la agencia oficial IRNA desmintió la información, asegurando que el cuerpo se ha retenido "para una investigación adicional". "No podemos celebrar el funeral hasta que el cuerpo de mi hermano sea encontrado", afirmó otro sobrino de Musaví, según la web Parlemannews.ir. No se descarta que el funeral pueda ser ocasión de nuevos altercados.
Los Guardianes de la Revolución, que ayudaron a aplastar las violentas manifestaciones que siguieron a las elecciones presidenciales de junio, pidieron hoy al sistema judicial que actúe "con firmeza" contra los manifestantes tras "el horrible insulto a la Ashura".