barcelona. El presidente de la Generalitat catalana, José Montilla, aseguró ayer, durante el acto solemne de celebración del 650 aniversario de la institución, que afirmar que Catalunya es una nación es "definir una realidad" y no un "deseo constitucional".

Montilla, durante la declaración a la que asistieron representantes de todas las fuerzas políticas, subrayó que afirmar la nacionalidad de Catalunya es posible por la "continuidad histórica" de la Generalitat, a pesar de dictaduras y guerras, y por lo tanto no es un delirio o un capricho, sino la "suma de sentimientos y hechos".

"Al afirmar que Catalunya es una nación simplemente queremos expresar libremente lo que somos y lo que queremos seguir siendo", insistió, si bien añadió que dicha afirmación se puede hacer desde la "lealtad" al resto de "pueblos vecinos" con los que se comparte una realidad política de más amplio alcance, en referencia al resto de las comunidades del Estado español.

El presidente número 128 de la historia de la Generalitat catalana aseveró que dicha institución de gobierno no es un "accidente de la historia", sino más bien el fruto de un "espíritu tozudo" de anhelo por la paz, la justicia y la libertad, ya que "en Catalunya, democracia equivale a autogobierno".

Al acto también asistieron los consellers del Govern y el president Jordi Pujol, mientras que tanto Pasqual Maragall como su hermano, el conseller de Educación Ernest Maragall, no pudieron hacerlo por encontrarse en el funeral de una hermana.

En declaraciones a los periodistas, Pujol reafirmó la idea de que Catalunya es una "nación", a pesar de los diferentes momentos históricos en los que fue "atacada, suprimida y perseguida". Pujol fue el 126 presidente de la Generalitat y, tras el president del exilio durante el franquismo, Josep Tarradelles, ha sido el representante que más tiempo ejerció el cargo.

El vicepresidente de la Generalitat, Josep-Lluís Carod Rovira, recordó que no son muchos los gobiernos en el mundo que puedan "lucir" tantos años de historia, y pidió un homenaje a los hombres que se mantuvieron fieles.