arrecife. El aeropuerto lanzaroteño de Guacimeta recuperó ayer la normalidad que comenzó a alterarse el 14 de noviembre, cuando el Gobierno de Marruecos expulsó de su territorio a la activista saharaui Aminatu Haidar y la trasladó a la isla canaria.

Tras su llegada a Lanzarote Aminatu Haidar comenzó una huelga de hambre y se negó a abandonar el aeropuerto, así como a aceptar la nacionalidad española y otras propuestas que no fuesen regresar a El Aaiún con su familia.

La huelga de hambre de Aminatu Haidar atrajo hasta el aeropuerto de Lanzarote a simpatizantes de la causa independentista, así como a miembros del Frente Polisario, de plataformas de apoyo al pueblo saharaui y algunos curiosos, así como a representantes de medios de comunicación.

Aminatu Haidar abandonó el aeropuerto durante las primeras horas del jueves, cuando la activista saharaui fue trasladada al hospital de Lanzarote porque tenía dolores, a pesar de lo cual insistió en que no dejaría la huelga de hambre hasta regresar a casa con su familia.

Durante la tarde del jueves aumentó la actividad diplomática tanto de Estados Unidos de América del Norte como de la Unión Europea y de los países más implicados, Marruecos y España, y la atención informativa abandonó el aeropuerto para trasladarse al hospital y se anunció que Aminatu Haidar regresaría en pocas horas.

Pasadas las 21.00 horas del jueves Aminatu Haidar, en silla de ruedas, salió a la puerta del hospital lanzaroteño para decir que si en esta ocasión se frustraba su regreso, como había ocurrido una semana antes, no se bajaría del avión ni dejaría la huelga de hambre.

Aminatu Haidar habló durante escasos tres minutos y regresó al interior del hospital, del que salió en camilla poco después y en una ambulancia medicalizada que la trasladó al aeródromo lanzaroteño, pero no para quedarse, sino para regresar a su casa.

La última estancia de Aminatu Haidar en Guacimeta se produjo mientras unos 300 simpatizantes coreaban tras las verjas del aeropuerto consignas contra el Gobierno de Marruecos y de apoyo a un Sáhara Occidental libre.

El avión medicalizado que esperaba a Aminatu Haidar partió a las 22.23 horas y en él también viajaban el médico que la atendió en las primeras semanas de huelga y su hermana Laila.

La llegada a El Aaiún se hizo esperar, ya que el vuelo tarda unos 40 minutos y en esta ocasión la duración superó los 90 minutos. El motivo, según dijo el piloto a los ocupantes de la aeronave, era que desde la torre de control se informaba de que había maniobras militares. La activista llegó al aeropuerto de El Aaiún y tras negarse a utilizar una ambulancia por considerar que era un emblema del Gobierno de Marruecos accedió en silla de ruedas a un coche de la familia, mientras su hermana Laila ultimaba los trámites del regreso.

Omar Bulsan, del Frente Polisario, explicó que la hermana de Aminatu Haidar se sorprendió al comprobar que entre la documentación que le habían dados las autoridades marroquíes estaba su pasaporte, pero también el de la activista saharaui.

De este modo Aminatu Haidar recuperó el documento por el que llevó a cabo una huelga de hambre de 32 días, algo que para los independentistas saharauis es una conquista, aunque en él la activista sigue figurando como marroquí.