vitoria. La segunda sesión del juicio contra el periódico Egunkaria se prolongó apenas dos horas y sin conclusiones determinantes, ya que la prueba pericial, es decir, la demostración de los hechos no se valorará hasta enero. Ayer, en la vista pública, tres guardias civiles que participaron en las diligencias del caso Egunkaria se limitaron a testificar y uno de ellos sostuvo la versión -que la acusación popular ha hecho suya- sobre la supuesta vinculación del periódico euskaldun con ETA.

No se analizó ningún documento, y más que los testimonios, lo llamativo de la sesión fue que el propio juez Javier Gómez Bermúdez dejó caer sus dudas sobre el hecho de que agentes que comparecieron ayer como testigos lo harán también como peritos. Hay "un pequeño embrollo" en este juicio porque los mismos agentes comparecerán como testigos y como peritos, reconoció, pero cada cosa "en su momento".

A la espera de las pruebas, los abogados de la defensa centraron ayer buena parte de sus preguntas en torno a las torturas y malos tratos que denunciaron los procesados y que los agentes negaron.

Los tres guardias civiles que testificaron -un cuarto comunicó que no podía acudir a la vista y declarará en enero- no tuvieron que responder a las preguntas de la Fiscalía, que volvió a pedir el archivo de la causa al no encontrar pruebas de las relaciones entre el periódico y ETA, denunciadas por la acusación popular, ejercida por la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) y Dignidad y Justicia.

El testimonio de estos agentes fue bastante ambiguo, sobre todo, el del guardia civil que dirigió la investigación del caso, cuando el abogado Iñigo Iruin le preguntó si él había solicitado el cierre del periódico el 17 de febrero de 2003. "No recuerdo que yo pueda pedir el cierre de un periódico, pero si eso consta en el informe, pues pedí el cierre de Egunkaria", respondió.

Los cinco procesados Martxelo Otamendi, Iñaki Uria, Xabier Oleaga, Joan Mari Torrealdai y Txema Auzmendi llegaron ayer a la Audiencia Nacional arropados por sus familiares y amigos. La sesión comenzó pasadas las 10.25 horas con la declaración del guardia civil instructor del caso -junto al juez Juan del Olmo-, que fue el que abarcó la mayor parte de la vista.

Este agente explicó ante el magistrado Bermúdez que, tras el asesinato del ex presidente del Tribunal Constitucional Francisco Tomás y Valiente en 1996, se comenzó a investigar a más de 25 empresas, muchas ellas del ámbito cultural vasco, y del que surgieron indicios que "podrían tener vínculos" -afirmó ambiguamente el agente- con la organización armada.

En concreto de la investigación a la Fundación Euskalgintza y de una serie de intervenciones telefónicas, "empezaron a aparecer los primeros indicios" de manera que "se empezaron a derivar las investigaciones" hacia el diario dirigido entonces por Martxelo Otamendi. "Nos hizo fijarnos más en detalle en Egunkaria, estudiar su nacimiento y ver las vinculaciones, para nosotros evidentes, que hay con la banda terrorista ETA", sostuvo. Sin embargo, en la sesión no se profundizó más sobre los supuestos flujos económicos entre ETA y las citadas empresas investigadas, entre ellas, Egunkaria.

Respecto a las denuncias de torturas, se dieron también algunas contradicciones en las respuestas de los agentes, que negaron que se hubieran producido tales vejaciones y únicamente se refirieron a un "incidente" con Xabier Oleaga, quien sufrió "una torcedura en el tobillo".

"muy preocupados" Tras la breve e insustancial sesión de ayer, los procesados, en declaraciones a los periodistas, no ocultaron su temor ante el resultado incierto del juicio. Joan Mari Torrealdai explicó que siguen "muy preocupados" porque las acusaciones populares "siguen manteniendo su tesis". "Hoy hemos visto cómo el guardia civil que nos convirtió en terroristas ha dicho que todas nuestras empresas eran un entramado de ETA y que estaban al servicio de ETA", lamentó.

Torrealdai recalcó que Egunkaria es un proyecto periodístico, mediático y cultural al servicio del euskara y "nunca -subrayó- al servicio de ETA". En este sentido, se mostró convencido de "al final quedará clara la verdad histórica de Egunkaria".

El juicio se suspendió ayer hasta el 12 de enero, que será cuando testifiquen algunos presos de ETA, y posteriormente comenzará la prueba pericial.