Donostia. La primera jornada del juicio contra el periódico clausurado Euskaldunon Egunkaria arrancó ayer con la declaración de los cinco procesados a los que la Fiscalía no interrogó, ya que volvió a pedir el archivo de la causa poniendo una vez más de manifiesto su posición en contra de este largo proceso judicial ante la falta de "indicios sólidos" que demuestren la vinculación del rotativo euskaldun con ETA.

Por este orden, Iñaki Uria, Xabier Oleaga, Martxelo Otamendi, Joan Mari Torrealdai y Txema Auzmendi prestaron declaración ante el juez Javier Gómez Bermúdez en una sesión de mañana y tarde que se prolongó durante más de ocho horas. Todos ellos negaron que ETA interviniera en la creación y dirección de Egunkaria, un proyecto que nació, -defendieron ante el tribunal- con vocación de defender el euskera y ser un periódico "amplio, aglutinador, no institucional, militante, profesional e independiente".

Esta primera sesión de la vista oral se desarrolló en medio de una gran expectación mediática. Los cinco ex directivos de Egunkaria llegaron a la calle Génova, arropados por representantes polìticos, sindicales y del mundo del euskera y la cultura vasca, que acudieron a las puertas de la Audiencia Nacional para defender la inocencia de los imputados y reclamar el derecho a la libertad de expresión.

Apoyo que contrastó con el comunicado conjunto que difundieron por la tarde la asociación Dignidad y Justicia, y la Asociación Víctimas del Terrorismo (AVT), para subrayar que mantendrán la acusación contra los procesados, para los que piden penas de 14 y 15 años de prisión, y "demostrarán" que Egunkaria era "instrumentalizado" por ETA para financiarse.

Estas dos asociaciones, que son la única parte acusatoria en el juicio, se basan en unos documentos supuestamente incautados a los miembros de ETA Alvarez Santacristina Txelis, Jose Mari Dorronsoro, Carmen Gisasola y Jose Domingo Aizpurua, que declararán también como testigos en el juicio, así como los guardias civiles que participaron en las investigaciones. Precisamente, según la interpretación de la Guardia Civil que ha hecho suya la acusación popular, los citados papeles de ETA harían referencia a Egunkaria y sus directivos.

Ninguno de los imputados respondió ayer a las preguntas de los abogados de la AVT y Dignidad y Justicia. Únicamente, atendieron a sus abogados, que hicieron especial hincapié en la ausencia de pruebas que demuestren la vinculación del periódico y los procesados con ETA.

Iñaki Uria, que fue el primero en declarar-lo hizo en castellano- y el que más tiempo permaneció -casi tres horas- respondiendo a las preguntas de su abogado José María Elosua, negó "rotundamente" que ETA interviniera en la creación de Egunkaria, ni en la designación de sus cargos o la toma de decisiones, y aseguró desconocer la procedencia de los documentos incautados supuestamente a activistas de ETA que les relacionaban.

"HACER DAÑO" A "EGUNKARIA" Uria, quien comenzó como subdirector y después ocupó los cargos de director y consejero delegado de Egunkaria, afirmó que los citados documentos fueron publicados en los medios con el objetivo de "hacer daño" al rotativo euskaldun: "Venían en contra de Egunkaria, de nuestra independencia y nos intentaban ligar con ETA, cosa que no era". Los "dichosos papeles", insistió, buscaban "hacer daño" al periódico.

Preguntado por la publicación de propaganda de Herri Batasuna y comunicados de ETA, Uria respondió que la primera respondía a un interés económico; del mismo modo que se hacían encartes de Eroski y Kutxa, se hizo de un partido que entonces era legal. Y la segunda, por "interés informativo", señaló, al tiempo que recordó que otros muchos medios dan cuenta de los comunicados de ETA.

Los cinco procesados fueron preguntados por sus trayectorias profesionales y los motivos o las circunstancias que les llevaron a formar parte del proyecto de Egunkaria. En el caso del que fuera director durante diez años del diario euskaldun, el periodista Martxelo Otamendi, aseguró que "nunca habría aceptado" dirigir un diario que "tuviese alguna relación" con la organización armada. "Trabajé con absoluta libertad", enfatizó, para añadir que "nunca, absolutamente nunca" dio cobertura a ETA "ni con la cultura, ni con el euskera ni con nada".

TORTURAS Aunque el magistrado Bermúdez pidió que no se preguntara a los procesados por sus denuncias de torturas, todos -salvo Auzmendi- dejaron constancia ante el tribunal de las torturas que sufrieron durante el periodo de incomunicación en dependencias policiales tras ser detenidos en 2003.

Posteriormente, se centraron en su declaración. Txema Auzmendi fue el último en declarar ante el juez e hizo suyo el testimonio de sus compañeros procesados.

El juicio continuará hoy, a partir de las 10.00 horas, y pasarán a testificar los guardias civiles que participaron en la investigación. Como ayer, la sesión judicial se retransmitirá en tiempo real a través de twitter, servicio puesto a disposición por Berria, periódico que sustituyó al clausurado Egunkaria.

Concluida la sesión de hoy, no se retomará el juicio hasta el próximo 12 de enero. Posteriormente, habrá otro parón y se reanudará desde el 25 hasta el 29 de enero.

Los encusados no estuvieron solos en Madrid. En las inmediaciones de la Audiencia Nacional recibieron el ánimo y aliento de decenas de personalidades de la política, de la sociedad y de la cultura vascas e, incluso, catalana. Hasta Madride viajaron para respaldar a los directivos de Egunkaria el grupo del PNV en el Congreso al completo, el diputado general de Gipuzkoa, Markel Olano; los representantes de Aralar, Jon Abril y Mikel Basabe; el presidente de EA, Pello Urizar; el presidente de Hamaikabat, Iñaki Galdos; los miembros de la izquierda abertzale histórica, Xabier Zubizarreta, Amparo Lasheras y Miren Legorburu; el miembro ERC, Jordi Tardá; los secretarios generales de ELA y LAB, Adolfo Muñoz y Ainhoa Etxaide; y gente de la cultura, la sociedad y los medios como Xabier Mendiguren, Koldo Tellitu, Mariano Ferrer, Edurne Brouard, Jabier Muguruza, Juan Mari Irigoien, Jon Jaka o Paul Bilbao.