Barcelona. Miles de catalanes apostaron en las urnas por la independencia en una consulta, no oficial ni vinculante, que transcurrió sin incidentes y con una participación entre el 25% y el 30%. El "sí" a la independencia fue abrumadoramente mayoritario en los 166 municipios en los que unos 700.000 ciudadanos podía expresar su sentir.
Sgún datos provisionales ofrecidos por la Coordinadora al cierre de los colegios electorales en total se depositaron unos 200.000 votos de los 700.000 convocados al referéndum. Aunque a estaba previsto que se ofrecieran los resultados a partir de las diez de la noche, a media noche no se conocían los datos, aunque sí los de algunas localidades que apuntaban a que el "sí" se habría impuesto en todos los municipios, en la mayoría con más del 90% y a que la participación no habría logrado superar el 30%. Una cifra que no cumple con el objetivo de un 40% de participación fijado por la coordinadora nacional de la Consulta per la Independència, Carme Forcadell. De todas formas, el porcentaje final podría variar puesto que todavía falta por introducir los "votos anticipados" (equivalentes al voto por correo). La Coordinadora calificó la jornada de "heroicidad" teniendo en cuenta los medios de los que han dispuesto los organizadores.
Un sistema informático centralizado garantizó la transparencia del proceso electoral, verificó si un ciudadano tenía derecho a votar y calculó los resultados globales una vez cierren los 252 centros habilitados para recoger los votos. El escrutinio fue público, con interventores de las cinco organizaciones políticas que apoyan el proceso (CDC, ERC, ICV, CUP y Reagrupament) y también con observadores internacionales. Un total de 15.000 voluntarios velaron para que el proceso electoral se desarrollara con garantías de normalidad, según Josep Cruanyes, presidente de la junta electoral nacional impulsada por la Coordinadora.
En el municipio con más población, que es Sant Cugat del Vallès, la participación fue del 25,48% de los ciudadanos, lo que significa que uno de cada cuatro ciudadanos mayores de 16 años y residentes en Sant Cugat del Vallès (Barcelona), participaron en la consulta.
En los municipios con más de 10.000 habitantes, la media de participación ha sido del 22%, mientras que en los de 5.000 a 10.000 habitantes fue del 24%, entre 1.000 y 5.000 habitantes del 27% y de menos de mil habitantes del 35%.
Uno de los líderes de la coordinadora, Uriel Bertran, subrayó que en los municipios más pequeños, en los que el fomento de la participación ha podido llegar a todos los ciudadanos y, por tanto, se ha actuado "con igualdad de condiciones" respecto a los comicios convocados institucionalmente la participación ha sido "excepcional". Así, señaló que en algunas poblaciones se ha superado el 40% o hasta el 50% de la participación, como en Verges (48,5%), Calders (50,8%) o Palau de Santa Eulàlia (55,2%), a pesar de los instrumentos "humildes" con los que han trabajado las comisiones organizadoras, por lo que calificó la convocatoria de "éxito rotundo".
Durante la jornada se produjeron varias anécdotas. La primera surgió en Malla (Osona), donde la votación se celebró a la intemperie entre las 11.00 y 12.00 horas. El motivo, que las urnas están ubicadas en la iglesia del pueblo, que el párroco cedió para el referéndum a condición, eso sí, de que le permitieran celebrar misa a las 11.00 horas.
En Alcarràs (Lleida) destacó la gran afluencia de inmigrantes, especialmente "rumanos y africanos, de Senegal y Mali", según el portavoz de la coordinadora, Claudi Godia. La particularidad de la consulta popular (podían votar todos los mayores de 16 años empadronados en cada uno de los municipios) ha hecho que los inmigrantes están siendo muy participativos, especialmente en esta población.
Casi doscientos periodistas y una docena de medios internacionales cubrieron la jornada sobre la independencia de Catalunya en Osona, la comarca con más consultas.