La historia del pensamiento se ha ocupado de la guerra y la estrategia militar con profusión directamente proporcional al interés del ser humano por desatar conflictos bélicos, es decir, mucho. La política, en ese plano teórico, se parece mucho a un campo de batalla; por eso, no es difícil ver en los diferentes movimientos de los partidos el perfil de maniobras de imaginarios ejércitos. Es el espejo que se podría utilizar para interpretar el recorrido del blindaje del Concierto Económico vasco, cuyo penúltimo episodio se vivió el jueves en el Congreso.
Hay dos máximas que pueden guiar esta metáfora. Lo que favorece al enemigo nos perjudica a nosotros y lo que nos favorece a nosotros perjudica al enemigo, que simplificado y desarrollado se puede complementar con divide y vencerás. Traducido: la iniciativa para proteger las normas fiscales forales de los recursos judiciales ordinarios tiene para el PNV, además del resultado obvio, la virtualidad de dividir al enemigo, perjudicar su discurso en Euskadi y, siguiendo el silogismo inicial, favorecer así a los jeltzales.
consenso en euskadi
El PNV, el gran vencedor
El PNV es el gran vencedor moral del proceloso y largo debate del blindaje, beneficiado en parte por la omisión del enemigo, en este caso PSE y PP, condicionados éstos por las divergencias que la cuestión suscita con sus casas madre en Madrid. La modificación legal aprobada esta semana en Madrid nace de una previa registrada en el Parlamento Vasco en junio de 2005 y aprobada por el Legislativo autonómico dos años después, un largo camino que embarrancó temporalmente en el Congreso con el fin de la legislatura. La propuesta fue retomada a iniciativa del PNV en mayo y, aprobada nuevamente con la práctica unanimidad de la Cámara vasca -salvo UPyD-, fue remitida otra vez al Congreso.
Los jeltzales estuvieron hábiles planteando la iniciativa y se vieron beneficiados por los tiempos, de manera que la reactivación de la propuesta coincidió con el meollo de la negociación presupuestaria, dos factores que han permitido al PNV capitalizar casi en exclusiva el éxito de la reforma, aun cuando ésta ha sido avalada por todo el arco parlamentario vasco -con la salvedad ya mencionada de UPyD-. De paso, la formación que dirige Iñigo Urkullu ha puesto en práctica esa máxima estratégica de dividir al enemigo como elemento que perjudica al contrario y, por tanto, beneficia al partido jeltzale.
objetivo socialista
Hacer del problema ventaja
Ni PSOE ni PP veían con buenos ojos la reforma que evitará que las normas fiscales vascas puedan ser recurridas ante la Justicia ordinaria, es decir, que no puedan volver a ocurrir episodios como los vividos en torno al Impuesto de Sociedades, suspendido cautelarmente por el Tribunal Superior vasco en 2006 a instancias de Castilla y León y La Rioja y que ha sido objeto de recursos, no sólo de otras comunidades autónomas, sino también de sindicatos, por ejemplo.
El aval del PSE-EE no fue suficiente para el PSOE en primer término, aunque eso le costara al novel Gabinete López un desgaste a todas luces innecesario en los primeros compases de legislatura. Dicen los libros que la complejidad de la acción bélica está en hacer cercanas las distancias largas y convertir los problemas en ventajas, y a ello se aplicaron los socialistas vascos, poniendo sobre la mesa la hipótesis de una reforma de la -hasta ahora intocable- Ley de Territorios Históricos, de manera que las normas forales fueran aprobadas por el Legislativo autonómico, adoptando por tanto rango de ley. La sola mención de esta posibilidad puso al consejero de Economía en el primer brete de su mandato, siendo acusado de estar planteando un contrafuero.
Volviendo a Madrid, la vía para modificar la postura socialista avanzó paralela a la negociación presupuestaria, como condición previa del PNV para sentarse a negociar las Cuentas. El complejo teatro de operaciones ha impedido a los socialistas vascos capitalizar este, sin duda, gran avance en la protección del Concierto, mérito que en buena lógica teórica -por aquello de que gobiernos vasco y central comparten siglas- debería haberles correspondido. Sin embargo, no es menos cierto que su aprobación supone un balón de oxígeno -pequeño, pero vital- en un momento delicado para un Gabinete López desairado por Moncloa con la postergada transferencia de las políticas activas de empleo. Siguiendo esa tesis de convertir los problemas en ventajas, el PSE ha encontrado en las políticas activas de empleo, pero también en la cuestión del blindaje fiscal, una referencia para escenificar su voluntad de defender los intereses de Euskadi aun a costa de enfrentarse con el Gobierno español, intentando desarmar la acusación de ser un Ejecutivo sucursal del de Madrid.
el pp vasco, desairado
La disciplina como valor
Las dudas del PSOE eran las mismas que las del PP, básicamente el coste que fuera de Euskadi tiene esta reforma en la medida en que ésta se entiende como un privilegio. Pero los populares vascos han tenido menos éxito que sus socios socialistas y ni siquiera su vehemencia ha logrado convencer a Génova; y es que el PP parece ser más partidario de otra tesis de la estrategia bélica que dice que en la guerra vale más la disciplina que la impetuosidad. Ni Antonio Basagoiti echando un órdago a la casa madre invitando a sus compañeros de Madrid a venir a Euskadi a dar explicaciones, ni el gesto de los diputados vascos ausentándose de la votación en la toma en consideración de la iniciativa, han variado la postura inicial del PP, apuntalada aún más con el frente común constituido por las filiales regionales de La Rioja, Castilla y León y Cantabria. Sea como fuere, la batalla definitiva se librará el próximo día 17 en Pleno, con el resultado ya decidido en favor de la reforma legal que permitirá blindar las normas fiscales forales. La fiscalidad vasca contará entonces con el mismo muro de defensa que el resto del sistema fiscal español.