barcelona. La sociedad civil y política, tanto de Cataluña como del resto de España, dio ayer su último adiós al ex dirigente del PSUC y uno de los ponentes de la Constitución, Jordi Solé Tura, fallecido el viernes, en la capilla ardiente instalada en el Palau de la Generalitat.

Desde que se abrió la capilla ardiente, a las 16.00 horas, no dejaron de acudir personas, unas 4.200, según los cálculos de la Generalitat, durante toda la tarde, de manera fluida pero constante, incluso sorprendiendo por la cantidad de gente a Albert Solé, hijo del fallecido.

Muchos de los asistentes destacaron su papel de "referente político" en los primeros años de la democracia y durante la Transición.

El Príncipe Felipe fue el primero en acudir a rendir tributo a Solé Tura, cuya biografía, de preso político antifranquista hasta catedrático y académico, pasando por ministro de Cultura en uno de los gobiernos de Felipe González, muestra un fuerte compromiso político y una actitud integradora y dialogante.

La figura transversal de Jordi Solé Tura se ha reflejado en el tipo de asistentes a la capilla ardiente, desde los más próximos a su ideología, como el consejero de Interior de la Generalitat, Joan Saura; o el Síndic de Greuges, Rafael Ribó; hasta personas cercanas al PP, como Adolfo Suárez Illana -que dijo ir en nombre de su padre- o el ex presidente del Tribunal Constitucional Manuel Jiménez de Parga.

El féretro fue recibido con toda solemnidad por el presidente de la Generalitat, José Montilla, y por la consellera de Justicia, Montserrat Tura, sobrina del ex alto cargo del PSUC. En los primeros minutos, Montilla y otros altos cargos del PSC y de ICV, intercambiaron muestras de apoyo y de afecto a la familia de Jordi Solé Tura.

Todos los asistentes destacaron el carácter dialogante e integrador de Solé Tura y su importancia histórica, tanto en la Transición como en los primeros años de la democracia. La afluencia fue tal que se agotaron los recordatorios, más de mil, en sólo la primera hora, cuando la afluencia de ciudadanos fue más intensa.

En el acto estuvieron presentes la ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde; el alcalde Barcelona, Jordi Hereu; la teniente de alcalde de la capital catalana, Inma Mayol; el conseller de Obras Públicas, Joaquim Nadal; el de Administraciones Públicas, Jordi Ausàs; el primer secretario del PSC, Miquel Iceta; y el ex alto cargo del PSC, Josep Maria Sala. También acudieron, más tarde, el ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, pero también personalidades de la cultura como los cantantes Joan Manuel Serrat o Marina Rosell o el actor Ferran Rañé.

La capilla vuelve a abrir sus puertas hoy para que la ciudadanía pueda seguir despidiéndose de uno de los padres de la Constitución y después será oficiado su funeral.