madrid. En España hay más de tres millones de discapacitados pero sólo tres de cada diez en edad de trabajar consigue un empleo, una realidad agravada por la crisis económica y que impide su plena integración en la sociedad.

La situación económica está teniendo un efecto "más negativo" sobre los discapacitados que sobre el resto de la población, denunció el Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (Cermi) con la celebración del Día Internacional de las Personas con Discapacidad.

Cermi recordó que, sin empleo, las personas con discapacidad se sitúan en "peligrosas posiciones" de exclusión social y limitan su autonomía personal, por lo que solicita un "plan urgente de choque contra la destrucción de empleo".

Su secretario general, José Alberto Torres, ha considerado que "resolver la vida de estos jóvenes de manera eficaz solo se logra con el trabajo y con unos ingresos que permitan su independencia".

sin trabas Las administraciones, según Torres, no solo no "ayudan lo necesario" sino que a menudo imponen "trabas que convierten el camino de empresas como ésta en un campo de minas".

En este sentido, según el Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad, la actual situación económica perjudica de manera muy significativa al empleo protegido y a las empresas de iniciativa social. En este sentido, desde este organismo no dejaron de insistir en la necesidad de llevar a cabo una serie de "políticas activas y enérgicas".

"Solo pedimos que se nos trate como los demás y estar dentro de esta sociedad", pidió Andy Trías, quien consideró "fundamental" el trabajar. Trías padece síndrome de Down. Tiene 36 años y desde hace tres trabaja como auxiliar administrativo de CosmoCaixa en Barcelona. Acceder a un trabajo le ha ayudado a independizarse e irse a vivir con su pareja.