Lanzarote. La activista saharaui Aminetou Haidar, que cumple hoy 16 días en huelga de hambre en el aeropuerto de Lanzarote en protesta por su expulsión de Marruecos y su envío a esta isla desde El Aaiún, conoció ayer la multa de 180 euros impuesta por el Juzgado de Instrucción Número 8 de Arrecife por un delito de falta contra el orden público.

La sentencia llega tras la denuncia presentada por el director del Aeropuerto de Lanzarote, Dionisio Canomanuel, días después de que Haidar llegara a la isla y a raíz de unos incidentes que tuvieron lugar durante su desalojo en el cierre de las instalaciones aeroportuarias.

Mientras tanto, el Director del Gabinete de Exteriores, Agustín Santos, volvió a ofrecerle ayer las tres propuestas que Haidar ya había rechazado: pedir un nuevo pasaporte al Consulado de Marruecos, aceptar el asilo o la nacionalidad española o seguir su lucha por la autodeterminación del Sáhara desde España. "El Gobierno le está ofreciendo la posibilidad de continuar su lucha por la libre autodeterminación del pueblo saharaui en las mejores condiciones posibles desde España", aseguró Santos.

Haidar volvió a rechazar las trespropuestas ya que a su juicio, su expulsión de El Aaiún fue una violación del artículo 12 del pacto internacional de derechos civiles y políticos, que reza: " Nadie deberá ser desprovisto arbitrariamente del derecho de entrar en su propio país".

"Lamentamos que ella haya rechazado ambas opciones, y eso no nos permite dar una salida rápida, como deseamos, a su situación", señaló Santos tras la negativa de Haidar, para sentenciar a continuación que Aminetou "debe vivir para seguir luchando y no luchar para morir en Lanzarote".

chantaje al sahara La activista saharaui acusó ayer al Gobierno español de presionarla y de hacer "chantaje" al pueblo saharaui, a la vez que insiste en que lleva a cabo su protesta por convicción y que "nunca" ha actuado "bajo presión".

A través de un comunicado remitido a los medios de comunicación, Haidar responde así a las declaraciones efectuadas por el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, quien ha advertido a quienes aconsejan a la activista rechazar las propuestas españolas de que con ello la están impidiendo lograr "su principal objetivo" de volver a El Aaiún.

"Lo que está haciendo ahora el Gobierno español es, en vez de presionar a Marruecos, presionarme a mí. Está presionando a la Plataforma y al Frente Polisario, está haciendo chantaje a todo un pueblo, al Pueblo Saharaui", concluye el comunicado.