viena. Las seis grandes potencias del mundo aumentaron ayer su presión sobre Irán al impulsar en la Junta de Gobernadores del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) la primera resolución condenatoria del programa nuclear iraní en casi cuatro años. Con 25 votos a favor, tres en contra y seis abstenciones, EEUU, Rusia, China, Francia, el Reino Unido y Alemania dieron así un toque de atención a Teherán, sobre todo por la construcción clandestina de una nueva planta de enriquecimiento de uranio, de la que exigieron su "inmediata" suspensión. El hecho de que Irán no haya informado a tiempo de la existencia de la instalación en Quom, al suroeste de Teherán, "reduce el nivel de confianza sobre la ausencia de otras instalaciones", señalan las potencias.
Irán reconoció en septiembre que construye una segunda planta de enriquecimiento, mucho más pequeña que el centro de Natanz, lo que ha causado más inquietud en la comunidad internacional. El malestar se debe a que muchos expertos consideran que el tamaño de la instalación, que entrará en funcionamiento en 2011, no es consistente con un programa nuclear civil.
EEUU y la Unión Europea sospechan que Irán trabaja en un programa nuclear militar clandestino, algo que Teherán niega y alega necesidades médicas y energéticas para su programa atómico.
La resolución, elaborada por Alemania en coordinación con las cinco potencias con derecho a veto del Consejo de Seguridad, se aprobó mientras el OIEA espera una respuesta iraní a su propuesta de trasladar la mayor parte del uranio enriquecido en Irán al exterior.
Tras la adopción de la resolución, el embajador de Irán ante el OIEA, Ali Asghar Soltanieh, dijo que su país eliminará cualquier cooperación voluntaria con los inspectores de la ONU que vaya más allá de sus obligaciones legales. "Vamos a intentar restringirnos a los límites del acuerdo de salvaguarda (controles)", señaló el diplomático.
Eso sí, Soltanieh reconoció que su país no se retirará del Tratado de No Proliferación de armas nucleares (TNP), aunque dijo que la resolución de ayer "no detendrá" el programa nuclear iraní y "no será aplicada" por Teherán.