Vitoria. Iñigo Urkullu llamó mentiroso al lehendakari nada más conocer su valoración sobre el previsible retraso de la transferencia de las políticas activas de empleo -que el Gobierno Vasco fijó para el 1 de enero-. Aseguró que Patxi López conocía en qué términos se estaba negociando el traspaso en Madrid y negó la mayor cuando el jefe del Ejecutivo autonómico acusó a su partido de "torpedear desde el principio esta operación". Pero el líder jeltzale no se conforma con este cruce de declaraciones y pretende ir más allá. Su propuesta se basa en un cara a cara entre el inquilino de Ajuria Enea y el portavoz del Grupo Socialista en el Congreso, José Antonio Alonso -con el PNV de moderador- para saber "quién miente y quién dice la verdad".

Y es que frente a la demoledora versión ofrecida por López sobre el papel jugado por los jeltzales, Alonso aclaró que las demandas de la formación nacionalista se limitaron a conocer en todo momento la evolución del trabajo que se estaba realizando entre ambas administraciones para culminar la transferencia.

Urkullu aseguró ayer a través de su blog que la postura de su partido nunca ha variado. Su visto bueno a que el Gobierno Vasco asuma la competencia en las políticas activas de empleo se ciñe a lo estipulado en el Estatuto de Autonomía, o según definió el líder jeltzale, a no admitir un "regalito envenenado" del que aún se desconoce su cuantificación. "¿O alguien en su sano juicio puede pensar que el PNV es capaz de rechazar, como lo hicimos la legislatura pasada, esta transferencia si no consideráramos que en la manzana verde y reluciente se escondía y se esconde un gusano?", preguntó.

petición de explicaciones Desde el Gobierno Vasco siguen sin dar por hecho que el acuerdo alcanzado en el seno de las negociaciones de los Presupuestos Generales del Estado entre PNV y PSOE contemple un retraso en la citada transferencia. Así se desprende de las palabras de la portavoz del Ejecutivo, Idoia Mendia, quien advirtió de que si es cierta esta previsión "el PNV tendrá que dar muchas explicaciones" porque "perjudica a Euskadi". La dirigente socialista confirmó la reunión que ayer mantuvieron delegaciones de ambas administraciones, un encuentro al que restó cualquier carácter extraordinario y enmarcó en "una reunión más de las que se vienen realizando para traer la competencia a Euskadi".

La portavoz del Ejecutivo autonómico auguró que sea cual sea la fecha definitiva del traspaso competencial, la delegación del Gobierno Vasco encargada de las negociaciones mantendrá el ritmo de trabajo como si las políticas activas de empleo fueran a pasar a manos de Lakua el 1 de enero.