madrid. El constructor que realizó las obras de rehabilitación del palacete del ex presidente balear Jaume Matas (PP), Juan Serra, aseguró ayer ante el juez hoy que por la reforma cobró 70.000 euros en metálico y el resto "en negro" de manos del cuñado de Matas, Fernando Areal, que entonces era gerente del PP. Serra acudió a declarar como testigo ante el magistrado José Castro, quien instruye la causa por corrupción en la construcción del velódromo del Palma Arena.
Junto a Serra, declaró también el vendedor de una tienda de muebles de Palma Juan Cortés y el joyero Pablo Fuster -ambos también como testigos- quienes coincidieron con el constructor en señalar que todos los pagos se les hicieron en metálico.
Cabe señalar además que dentro del caso Palma Arena otra de las principales líneas de investigación se centran en constatar si varios organismos públicos del Ejecutivo autonómico adjudicaron sin concurso público diversos contratos a Nimbus, la persona encargada de gestionar parte de la campaña electoral del Partido Popular durante el ejercicio 2007.