bilbao. "No pondré fechas, pero creo que estamos recorriendo el final del camino de este drama terrible que ha sufrido la sociedad vasca y, desde luego, trabajaré sin descanso desde el Gobierno para conseguirlo porque, con ello, estaremos poniendo fin a una época terrible y dramática para el conjunto de la sociedad vasca". Así de optimista se mostraba ayer el consejero de Interior, Rodolfo Ares, al abordar la posibilidad de construir un futuro de paz en el País Vasco, pero siempre siguiendo la estrategia policial y judicial ante la falta de novedades que aprecia en la declaración que la izquierda abertzale ilegalizada hizo hace poco más de una semana en Alsasua.

En una entrevista concedida a Punto Radio, Ares tildó de "evidente" que ETA todavía tiene capacidad para hacer daño "en cualquier momento", por lo que pidió a las fuerzas de seguridad que no bajen la guardia. Pero, al mismo tiempo, aseguró que esta organización "está más débil que nunca" acosada por la Justicia y cada vez con "menos respaldo internacional, menos apoyo social" y más contestación interna de los sectores políticos que históricamente han amparado su actividad.

Sin embargo, preguntado por el alcance que en este sentido puede tener la declaración de Alsasua, Ares se mostró más que escéptico. "En ningún caso plantean pedirle a ETA que deje definitivamente la actividad terrorista o independizarse de ETA para hacer sólo política", aseguró. Y por ello, reclamó al resto de partidos que sean "muy exigentes" en sus requerimientos hacia la izquierda abertzale ilegalizada y que no caigan en lo que tachó de nueva trampa ideada con el único fin de "intentar, una vez más, sortear la legalidad y estar en las instituciones".