Los tres, sobre los que pesaba una orden de búsca y captura, fueron detenidos junto a otros 12 donostiarras cuando se disponían a prestar declaración ante el juez Grande-Marlaska en la Audiencia en diciembre de 2007.
Tras cumplir una pena de dos años de prisión en la cárcel de Soto del Real y pagar una fianza de 18.000 euros, Aitor Olaizola, Oier Llorente -máximo responsable de la estructura de la ilegalizada organización Segi en Donostia- y Adur Fernandez quedaron hoy en libertad.