no de los filósofos que anda por nuestro amado templo del cortado mañanero, que no pasó por la universidad cuando era joven pero sí tiene muchos años de vida, tiene la teoría de que este arranque del siglo XXI, más o menos, está repitiendo patrones del XX, pandemia incluida. Con un par de vinos de más, te puede explicar largo y tendido la teoría, incluyendo su firme convencimiento de que eso del rigitón es el nuevo charlestón. Ya nos solemos echar unas risas, ya. Hasta él, que no sabemos si se toma en serio a sí mismo o si se está descojonando de nosotros a la cara. Es una línea muy delgada en muchas conversaciones del bar, sobre todo porque nuestro querido escanciador de café y otras sustancias entra al trapo de todo y es deporte de barra ponerse serios, pincharle y ver hasta dónde se le pueden tocar los pelendengues antes de que te mande a esparragar. Claro, con esto de los norteamericanos montando bulla, al viejillo se le ocurrió el otro día recordar cómo el mostacho alemán (para los de fuera del bar, Hitler) ya intentó un golpe de estado cuando no lo conocía nadie a principios de los felices 20 “y mira luego la que se montó”. Así que los viejillos están montando diferentes teorías sobre el desarrollo de los acontecimientos, apocalipsis varios incluidos, gracias esta vez a los yankis. Yippie ki yay.