rimer hito superado. Ya hemos cruzado el primer fin de semana de campaña. Estado de situación: pues diría que la imagen que proliferaba ayer lunes era bastante simbólica. Esta campaña, por ahora, es la de las mascarillas... y los paraguas. Salvo la tregua del fin de semana, el verano vasco reclama su espacio. Así que ayer los retratos de los candidatos tenían dos accesorios: la ineludible mascarilla y el paraguas. Porque esta campaña ha empezado con el perfil bajo, sin estridencias, sin ataques sorprendentes -hablo de dialéctica-, centrada en los discursos sectoriales, propositiva, pero poco arriesgada, bajo el paraguas; dando la impresión, en general, de que los candidatos por ahora ven más posibilidad de pérdida que de ganancia en salirse de sus guiones. Esta aparente calma -fue quizá más dura la escena política vasca a primeros de año, justo antes de la explosión de la pandemia y del confinamiento, cuando el horizonte electoral se fijaba en abril- es aún más llamativa después de las semanas a cuchillo que se han vivido en el Congreso, hasta que las elecciones vascas y gallegas y la devolución de competencias a las CCAA con el fin del estado de alarma ha llevado cierto -sin exagerar- relajamiento a la Carrera de San Jerónimo. Veremos si continúa la calma más allá del próximo fin de semana.