or una vez, y sin que sirva de precedente, me voy a adelantar a los de informativos y voy a dar una primicia. Se lleva tiempo trabajando en ella, porque las cosas no se improvisan, o sí, depende. Nuestra capital, la del verde, la gastronomía, la sostenibilidad, las mascotas y hasta el National Geographic va a recibir una nueva mención. Vitoria Gasteiz será en el próximo 2021 European City of Relativity Award (Premio europeo a la ciudad de la relatividad). ¿Marcará nuestro destino? No lo sé. Pero a la hora de responder me acuerdo de cierto sucedido que me comentaban hace años en la noche de Madrid. Al ir a coger un taxi preguntaron al taxista ¿está usté libre? Y una voz etílicamente pastosa contestó desde el volante: relatifamente. Bromas aparte nuestros méritos son grandes y hemos hecho un gran esfuerzo colectivo. De todos es sabido que el tiempo es relativo, y por eso hemos programado con mimo los paneles informativos del tranvía. Habrá quien pudiera pensar que los que ponen los minutos que quedan para el siguiente no estudiaron los problemas aquellos de sale un tren de Cuenca y otro de Albacete. Pues no, es un homenaje a Einstein. Por eso a veces el minuto 3 dura tres minutos y el dos un instante, porque todo es relativo. A Follet le estamos dejando crecer el pelo, y así, con bigote y un poco de despeine nos ahorraremos la estatua de Alberto. Hay muchos más ejemplos, seguramente cada cual tendrá localizado el suyo. La relativización es contagiosa y lo acaba impregnando todo. A mí por ejemplo me encanta ver cómo los riesgos son relativos. Si se trata de cerrar, los hosteleros van primero, son un peligro, pero para lo de las vacunas son inexistentes, no son grupo de riesgo. Todo es relativo, depende del color del cristal con que se mire, aunque a menudo la cuestión no es esa, sino desde qué lado de la ventana miras.