León XIV
Algunos expertos auguraban un Cónclave largo, pero a la tercera (fumata) fue la vencida. Más allá del tiempo que he pasado enganchada al streaming del Vaticano, me reconozco lega absoluta en papables, corrientes y no tenía ni idea de quién era Prevost hasta que vi su cara jugando a namethecardinal.com (si quiere pasar un rato entretenido, échele un ojo). El caso es que un estadounidense de 69 años y ascendencia española, abiertamente crítico con las políticas migratorias de Trump pero que no sabemos qué piensa sobre el colectivo LGTBI, por ejemplo, es el nuevo Papa. Concedámosle un voto de confianza.
Estos, a lo suyo
En el inicio de un nuevo Papado es pronto para elucubrar. Sólo el tiempo juzgará el desempeño de León XIV, pero, una vez más, llama la atención quiénes se remueven: “Una web española ultraconservadora, la mano negra detrás de la campaña de desprestigio contra el nuevo Papa” (El Confidencial). Infovaticana lleva desde 2024 señalando a Prevost como responsable de encubrir abusos sexuales, “aunque las investigaciones han concluido que se trata de acusaciones infundadas”. Los de siempre, lo de siempre, aunque el telón de fondo es el gran melón que la iglesia debe zanjar de una vez por todas. ¿Será con León XIV?
El ombligo del mundo
Donald Trump escribió tras la elección del nuevo Papa: “Es un honor que sea el primer Papa americano”. Pero no, no lo es. A menos que Argentina, país de origen del Papa Francisco, haya estado todo este tiempo en Asia, y yo sin saberlo. EEUU, una vez más, creyéndose el ombligo del mundo. Son los reyes de la propaganda, expertos en maquillar la historia para darse aires de protagonismo. Lo han hecho también con el 80 aniversario del final de la Segunda Guerra Mundial. Su papel fue relevante, sí, pero como el del resto de actores, sobre todo el Ejército Rojo. Negarlo es querer reescribir la historia.
¿Unidos o enfrentados?
Cómo es el calendario de caprichoso, que este 9 de mayo celebrábamos el Día de Europa mientras Rusia sacaba paquete militar con su Día de la Victoria (y China como invitada de lujo). El caso es que dos noticias no siempre se entienden mejor juntas y si no, comparen titulares: “Occidente sufre su mayor ruptura desde la II Guerra Mundial tras la llegada de Trump al poder” (Público) frente a “Una Europa más fuerte y unida se enfrenta a los nuevos desafíos globales” (The Conversation). Tengo claro cuál de los dos mensajes me creo más, por idealista que me considere. El quiz de la cuestión es si seremos capaces de coser a tiempo.
Dos noticias
Mientras leo sobre el acuerdo de los sindicatos de la Educación pública vasca con el Departamento (lo que, para alivio de miles de familias, suspende los cinco días de huelga convocados la próxima semana), leo en Infolibre que “la escuela pública ‘paga’ con el cierre de sus aulas el envejecimiento y la falta de niños a los que dar clase”. Siempre es bueno que los trabajadores vean mejoradas sus condiciones laborales. El problema es que la brecha entre los trabajadores del sector privado y los empleados públicos se agranda cada vez más ante un futuro que se presenta de todo menos tranquilizador.