En la víspera de su visita a La Moncloa, el lehendakari Imanol Pradales adelantó que su encuentro con Pedro Sánchez iría más allá de lo protocolario y que, de hecho, llevaría al presidente español un calendario concreto para reemprender el traspaso de las muchas materias del Estatuto de Gernika aún pendientes. Lo que trascendió tras la reunión confirma que Pradales cumplió con su compromiso y, efectivamente, entregó a Sánchez una propuesta detallada sobre las materias sujetas a negociación y las correspondientes fechas para abordar el proceso, con el mes de octubre como punto de arranque inaplazable. En el primer paquete, se incluyen ocho traspasos –entre ellos, la gestión del litoral y el salvamento marítimo– que deben quedar resueltos antes de fin de este año. Sin solución de continuidad, se acometerá el segundo bloque, en el que figura la trasferencia de la gestión económica de la Seguridad Social, a la que hasta ahora se han resistido con especial vehemencia los diferentes gobiernos centrales. Pese a reconocer la complejidad de la cuestión, el lehendakari dejó bien claro al término de la cita que se trataba de una reclamación irrenunciable y mostró su total convicción de que el acuerdo sería posible si hay voluntad política. El traspaso de esa competencia que ha venido siendo un tabú deberá ser, más temprano que tarde, la rúbrica definitiva al cumplimiento íntegro del Estatuto aprobado en 1979. Sin embargo, como también dejó claro Pradales, cerrada esa carpeta con 45 años de retraso, debe abrirse inmediatamente una nueva, la de la actualización del pacto estatutario o, lo que es lo mismo, de la relación de Euskadi con el Estado español. Puesto que es una deuda antigua con la sociedad vasca, se trata de un paso que hay que dar con tanta urgencia como firmeza, aparcando apriorismos y, desde luego, evitando el barro partidista y buscando siempre el mayor de los consensos posibles. La buena noticia es que la hoja de ruta no está en blanco. Hay consensos que deben servir de base, como los trabajos de las anteriores ponencias estatutarias en el Parlamento Vasco o, por lo que toca al PSOE y al PSE, el acuerdo para la investidura de Pedro Sánchez o el pacto para la reedición del gobierno vasco de coalición. Si se quiere, se podrá.