La Sociedad Pública de Gestión Ambiental (IHOBE) del Gobierno vasco, ha publicado recientemente un monográfico titulado Salud y Medio Ambiente, dentro de la secuencia de Perfiles Ambientales, que se elaboran anualmente, centrándose en esta ocasión, en los determinantes ambientales de la salud. El informe, tal como se dice en su introducción, “persigue conocer el estado, la evolución y las tendencias de los determinantes ambientales que tienen incidencia en la salud de la población”.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la salud como “un estado de completo bienestar físico, mental y social y no solamente la ausencia de enfermedad o dolencia”. Esta definición de salud incorpora una serie de elementos de muchos orígenes y responsabilidad de diversos agentes, tales como, socioeconómicos, culturales y ambientales. Las condiciones ambientales, así como las condiciones socioeconómicas y culturales en las que las personas nacen, viven y transcurren su vida son factores determinantes de la salud de los individuos y las comunidades.
De esta manera, la OMS resalta la necesidad de promover un mayor uso de la evaluación del impacto en la salud como una herramienta para desarrollar políticas sostenibles, considerando las implicaciones para la salud desde el comienzo del proceso de planificación en todos los sectores, incluido el medioambiental
En el documento de Ihobe se recoge un cuadro de mando con 18 indicadores para monitorizar los 7 determinantes ambientales más relevantes en la salud, como son: calidad del aire, productos químicos, cambio climático, ruido ambiental, zonas verdes urbanas, calidad del agua y suelos contaminados.
El Perfil de Salud y Medio Ambiente evalúa el impacto en la salud de los factores ambientales desde la óptica de las tendencias, valores de referencia, enfoques y metodologías actuales respaldadas por los organismos internacionales de referencia. Se identifican a su vez las principales amenazas a las que la sociedad vasca se enfrenta actualmente y a las que está destinada a enfrentarse de aquí a unos años.
El Perfil de Salud y Medio Ambiente es fruto del compromiso del Gobierno Vasco en el ámbito de la Salud y el Medio Ambiente, en línea con los organismos internacionales como se ve también en el Programa Marco Ambiental de Euskadi 2030 y en el Plan de Salud Euskadi 2030, en los que la mejora de la salud a través de la mejora del medio ambiente se presenta como un proyecto estratégico para Euskadi. Este compromiso de transformación territorial hacia la mejora de la calidad ambiental como vía para mejorar la salud de la población ha llevado a Euskadi a avanzar notablemente sus sistemas de medición y parámetros medioambientales.
En la publicación de Ihobe, como principales resultados que emanan del Perfil de Salud y Medio Ambiente de Euskadi 2023, se señala que la contaminación atmosférica es el factor ambiental de mayor riesgo para la salud, pudiendo incidir en la aparición y agravación de enfermedades pulmonares y cardiovasculares. Se estima que la exposición a partículas finas en el aire causa unas 200.000 muertes prematuras al año en Europa.
En esta materia, Euskadi ha mejorado la información proporcionada por la Red de Calidad del Aire del Gobierno Vasco, incorporando nuevos métodos para actuar con mayor anticipación y eficacia en el control y predicción de la calidad del aire. Gracias a ello, se ha podido estimar el nivel de exposición de la población a diferentes contaminantes atmosféricos. Así, en el año 2021, se detectaron un 11,7% y un 1,7% de la población estuvieron expuestos respectivamente a valores de NO2 y PM10 superiores a los nuevos valores límite que aprobará la UE para el año 2030. En el caso de la calidad de aire en interiores, en la actualidad no se dispone de normativa de referencia ni de bases de datos estructuradas que permitan analizar este determinante, por lo que es necesario comenzar por definir marco general normativo y organizativo para aires interiores, definiendo tanto unos niveles de referencia para cada contaminante, como metodologías de cálculo.
En relación con los fenómenos meteorológicos asociados al cambio climático, los datos indican que en el periodo 1971-2022 se ha incrementado el número de olas de calor en Euskadi, aumentando en 0,4 eventos por década y se observa una tendencia creciente en el número de noches tropicales, mientras que la duración de las olas de frío en 2022 fue de 20,6 días, el quinto valor más alto desde al menos 1971. Estos cambios en el clima de Euskadi se estima que, en 2022, produjeron 171 muertes atribuibles al exceso o defecto de temperatura.
El ruido ambiental, expresado según los mapas de ruido de los municipios, indica que el 17% de la población de Euskadi está expuesta durante el día a niveles de ruido por encima del valor límite y el 19% de la población lo está por la noche. Se trata del segundo factor de riesgo ambiental con mayor carga de morbilidad, fundamentalmente relacionado con el tráfico rodado.
El análisis de las Zonas Verdes Urbanas (ZVU) muestra que el 94% de la población vasca tiene acceso a zonas verdes de al menos 1.000 m2 a menos de 300 m de su vivienda (2022). No obstante, en los resultados en el ámbito local se observa que los municipios con menor proporción de ZVU son aquellos más urbanizados y densificados.
La calidad del agua, por su parte, ha ido mejorando a lo largo de los años en Euskadi y muestra que el 99,5% de la población es abastecida con aguas de consumo de calidad satisfactoria y el 95% de todas las zonas de baño designadas como tales, cuentan con aguas de calidad buena o excelente. No obstante, pueden darse algunos riesgos derivados de los productos y subproductos de la cloración en las aguas de consumo, por lo que es necesaria su vigilancia.
Con todo ello en base al conocimiento actual, los determinantes ambientales de mayor incidencia en la población en términos de contribución a la mortalidad y morbilidad son la calidad del aire, el ruido ambiental y el cambio climático. En el análisis de los resultados se ha observado que es en las zonas urbanas, las cuales además congregan a un mayor número de población, donde se obtienen peores parámetros de calidad de estos tres factores ambientales, en muchas ocasiones asociado al tráfico rodado. También es en las zonas urbanas más densas donde las zonas verdes urbanas están menos presentes.
Describir la relación entre medio ambiente y salud, tal como lo dice continuamente la OMS, es un desafío en constante evolución en la medida en que la ciencia avanza y es fundamental para avanzar en la prevención de los riesgos en la salud. “Muchas muertes podrían prevenirse eliminando los riesgos ambientales de la salud y revirtiendo la degradación ambiental”, dicen los expertos.
Experto en temas ambientales y Premio Nacional de Medio Ambiente