El torero consejero
Si la última novedad del acuerdo PP-Vox en la Generalitat Valenciana se llevara al cine, sería la mejor crónica costumbrista del siglo. Los de Abascal tendrán la consejería de Cultura, que recalará en Vicente Barrera. De profesión, torero. Es difícil quedarse con un sólo tweet de tantas genialidades que se han escrito sobre el tema, pero este de Bender Ofuscado, de puro surrealista, podría ser cierto: “En la Comunidad Valenciana van a poner a un torero de conseller de cultura, así que imagino que lo siguiente es poner a un cura en educación y a un chamán en sanidad”.
No les da para más
Lo de que Vox ponga a un cura en educación y a un chamán en sanidad es menos descabellado de lo que parece. Al fin y al cabo, estamos hablando de los mismos que en Castilla y León, ostentando la cartera de Agricultura, pretendían relajar los controles a la tuberculosis bovina. Total, sólo estamos hablando de algo que afectaría a la salud de miles de personas. Juan García-Gallardo, vicepresidente de la Junta (de Vox), llegaba a comparar su plan para relajar esos controles con la lucha contra la esclavitud. No sé si piensan que somos idiotas o que no les da para más, pero celebro que ellos solos se sigan dejando en evidencia.
Con su propia cuerda se ahorcan
Siempre habrá, claro, quienes les sigan aplaudiendo con las orejas, porque nostálgicos todavía quedan, aunque cada vez menos, afortunadamente. Pero siempre he defendido que, en el caso de que trincaran cacho en las instituciones, no había que tener miedo de que hablaran, porque ellos solitos airearían sus vergüenzas. El tuitero Licualopodo saca las del nuevo consejero de Cultura (ojo, también vicepresidente) de la Generalitat Valenciana, el torero, que no se ha cortado en elogiar el franquismo en sus redes sociales. Eso es lo que son, eso es lo que piensan, y hay que insistir para que llegue a esos que no quieren oír.
Nadar y guardar la ropa
Sigo buscando dónde está el juego de Yolanda Díaz al designar como su número tres a la activista saharaui Tesh Sidi y, como número dos, al que fuera jefe de gabinete de Moratinos, Agustín Santos, acusado por movimientos saharauis de ser un miembro del lobby de Marruecos. Se generó tal revuelo que Diaz contactó con el Frente Polisario para reiterar su apuesta por la autodeterminación del Sáhara Occidental (El Periódico de España). Pero la incógnita es cuál será la postura de Santos sobre el Sáhara, ahora que puede expresarse sin las restricciones de su cargo de alto diplomático.
¿Inflación o competición?
Pasado el ‘boom’ de la primera convocatoria de Selectividad toca preguntarse: ¿Nuestros alumnos sacan mejores notas porque se esfuerzan más o porque éstas se inflan? La hipótesis más frecuente para explicar la mejora de calificaciones de la EVAU era la segunda. Ahora, un informe de Esade lo confirma en parte (“dinámica inflacionaria fruto de decisiones políticas”). Pero también recoge que esa subida se debe a la emergencia de un entorno cada vez más competitivo, ya que las mayores crecidas se dan entre quienes aspiran a carreras más concurridas. No está de más que tengamos un poco más de confianza en nuestros jóvenes.
