La actualización del Plan de Movilidad Sostenible y Espacio Público está pendiente de aprobación por el Ayuntamiento, ¿qué va a suponer este renovado marco de actuación?

-Hemos puesto el foco en aquellos proyectos que queremos ejecutar entre los años 2022 y 2025 y nos va a permitir poner mayor atención sobre ellos. La estrategia sigue siendo la misma porque la visión del plan no tiene grandes cambios. La implantación del BEI está acabada y hay que consolidarla, nos queda poner en marcha la unidad funcional de carga, que va a suponer continuar con la electrificación de Tuvisa. En cuanto al tranvía, tenemos por delante dos inversiones importantes: concluir el trayecto a Salburua, que ya está bastante desarrollado y que en menos de un año debería estar ya funcionando, y, a continuación, el tranvía a Zabalgana que es una petición de los vecinos de hace mucho tiempo y estamos finalizando el estudio informativo que daría pie a empezar con el proyecto. Junto a la creación de las cocheras, todo esto nos va a permitir acceder a la compra de vehículos eléctricos como los que tenemos ya funcionando y a Tuvisa le va a dar un aire bastante importante. Pero, además de la movilidad, está el tratamiento del espacio público y ahí estamos trabajando en el entorno del Memorial, las supermanzanas de Zabalgana, la recuperación de Aldabe o todo el proyecto de Los Herrán. Luego hay un tema que estamos tratando con mucho cariño, que es la seguridad vial en los entornos escolares; estamos trabajando con más de una docena de centros que se han puesto en contacto con nosotros para mejorar en este sentido y la respuesta está siendo importante. También vamos a proceder a ampliar las zonas OTA y digitalizar todo el sistema. Y, por último, la zona de bajas emisiones en el Casco Viejo.

El proyecto estrella de los últimos años ha sido el BEI. Lleva ya unas cuantas semanas en funcionamiento, ¿qué balance hace?

-La mejor noticia del BEI es que prácticamente no hay noticia; es un funcionamiento que en cuanto se ha implantado ha arrancado. Estamos muy contentos porque no está dando ningún problema. Hemos puesto los vehículos en funcionamiento y tienen el comportamiento que estaba previsto. Y la respuesta que estamos recibiendo de los usuarios es muy buena. Nos queda recibir las últimas unidades y, cuando tengamos la unidad central de carga en funcionamiento, ya estaría el paquete completo.

¿Qué tal está siendo la convivencia del BEI con los vehículos privados?

-A finales de noviembre el trazado ya estaba acabado y ya teníamos consolidado el recorrido, en el que siempre ha estado en circulación la línea 2 de Tuvisa, solo teníamos que acostumbrarnos a encontrarnos con elementos nuevos, como semáforos o rotondas. Se vivió con muchísima tranquilidad y el nivel de incidencias fue muy bajo. La gente también se ha tenido que ir adaptando a los pasos del BEI y se ha llevado con normalidad. Con las pruebas de estrés, ya con los autobuses, se ha recibido un espaldarazo importante a las rutinas y las formas de actuar por parte de los usuarios y quienes tienen que atravesar su ruta. Todas las obras que tuvimos y que molestaron bastante han dado paso a la normalidad y veo el tráfico adaptado.

¿El futuro es una Vitoria con más BEI?

-Es más autobús eléctrico, sin ninguna duda, y que tiene que tener prestaciones parecidas a las que tiene este. Pero también hay que mirar mucho en la línea en la que nos vamos a meter o qué vamos a cubrir. El objetivo de futuro es una Tuvisa totalmente reformada, con unas cocheras nuevas en la zona de la unidad funcional de carga. Pero eso nos lo dirá el futuro. De momento, hay que seguir electrificando y apostando por Tuvisa.

¿El gran reto en cuanto a movilidad en conseguir que todas las zonas de la ciudad tengan una buena conexión mediante transporte público?

-El reto está en los polígonos industriales, donde hay un trabajo planificado que requiere de recursos económicos para ponerlo en marcha. Barrios como Zabalgana, Gardelegi, Arkaiate o Aretxabaleta siguen creciendo y tenemos que empezar a hacer una planificación para ver cómo queremos llegar hasta allí. Tuvisa ya está haciendo un estudio de cómo van a quedar las líneas en cuanto tengamos una demanda normalizada de transporte público, que va creciendo muy lentamente. Vamos a ir dando pasos pequeños en función de cómo vayan creciendo los barrios.

¿Cuándo podrán montar los vecinos de Zabalgana en 'su' tranvía?

-El compromiso que tenemos es acabar el estudio informativo antes del final de la legislatura y lo vamos a cumplir. Ya tuvimos algún avance, cuando se desechó el paso por la plaza Gerardo Armesto, y está prácticamente definido.

Precisamente en Zabalgana está en marcha la primera supermanzana, pero luego irán llegando más.

-Hay que ver cómo queda Zabalgana porque es un proyecto piloto que nos tiene que servir para ver cómo funciona una supermanzana en la realidad y no sobre los planos. Vamos a cerrar esta obra, ver los resultados y la adaptación. Y luego seguiremos extendiendo esta idea.

La OTA crecerá hacia Adurza y Judimendi, pero, ¿hay ya más zonas de implantación en estudio?

-Pronto hablaremos de la zona de San Martín, pero eso irá ligado al paso del tranvía. No podemos tomar una decisión de las necesidades hasta que no sepamos por dónde va a ir el trazado del tranvía y qué afección va a tener. Ni siquiera está encima de la mesa.