Un formidable desfalco de 400 millones, un cardenal implicado, un espía en el continente africano, una red de blanqueo de capitales, podría ser el guion de una superproducción norteamericana, sin embargo, es lo que se juzgará en el mayor macrojuicio de la historia del Vaticano. El Papa Francisco que parece resuelto a terminar con el tradicional oscurantismo que envolvía las finanzas de la Santa Sede, ha decidido sacudir las alfombras, con todas sus consecuencias. El cardenal Angelo Becciu y una decena de altos cargos se enfrentan a varios años de prisión. No descarten ustedes que tengamos versión cinematográfica, la trama lo merece.