En nuestra sociedad del siglo XXI, moderna e igualitaria, siguen chirriando normas que parecen retrotraernos al pasado. Se nos llena la boca hablando de sexismo y machismo. Mientras tanto, en el campeonato de Europa de balonmano playa, las jugadoras de la selección noruega pueden ser multadas por jugar con shorts en lugar de bikinis, tal y como marca el reglamento. El revuelo ha sido descomunal, las quejas y comparaciones con equipos masculinos resultan odiosas. Incluso la cantante norteamericana, Pink, se ha ofrecido a abonar personalmente el importe de la vergonzosa sanción.