stamos viviendo una época de acumulación capitalista como pocas veces se ha dado en la historia de la Humanidad. La tecnología digital está poniendo en manos de muy pocas compañías el comercio electrónico y la prestación de servicios a nivel planetario. Las pequeñas empresas locales tienen que luchar contra auténticos gigantes mundiales que les hacen pagar precios desorbitados por sus servicios -en el mejor de los casos- o, directamente, les hacen desaparecer. En el fondo es la continua lucha entre la clase media occidental y los grandes magnates que controlan las corporaciones transnacionales en su afán por acabar con los pequeños competidores regionales.
El caso de las empresas de reserva de viajes por Internet es paradigmático de este exceso en el cobro de comisiones a los pequeños hoteles y alojamientos locales. Estos monstruos tecnológicos facturan desorbitadas comisiones a los pequeños negocios y particulares cada vez que reservamos una habitación. Lamentablemente, no existe alternativa para miles de diminutas empresas que no tienen más remedio que contratar los abusivos servicios de las tres o cuatro compañías que copan el mercado de reservas a nivel global.
Sin embargo, los clientes, en este sistema capitalista que nos ha tocado vivir, siempre tenemos la última opción para modificar nuestras preferencias y cambiar algunas cosas. En el caso de la reservas de hotel, especialmente pequeños establecimientos, el procedimiento para ahorrar algunos euros y evitar el monopolio de estas grandes compañías es muy sencillo. Basta con localizar el establecimiento deseado en los grandes buscadores y contactar directamente con el alojamiento deseado. Son sorprendentes los descuentos que se pueden obtener con este sistema, ahorrando dinero a los clientes y evitando que los pequeños negocios, tengan que pagar desorbitadas comisiones a las grandes centrales de reservas turísticas. Con una simple llamada o envío de correo electrónico puedes ahorrar en tus próximas vacaciones, apoyar a las pequeñas empresas y dejar de depender de las grandes corporaciones que están abusando del tejido productivo local mientras se embolsan miles de millones de dólares en comisiones.