Si el pequeño es violin, luego viene la viola, cuando crece es violonchelo ¿por qué al más grande, con tanto desparpajo, le llamamos contrabajo? Pues con un poco de atención, debió haber sido violón.Voz cantante llevan siempre, de la cuerda, los pequeños, adornos de ensueño el arpa, ritmo el piano y los bajos, los de viento nos despiertan, si bien los suaves nos arrullan con sonatas de encanto, la percusión trae la fuerza, dando explendor a la orquesta, para terminar con pureza que nos queda en el recuerdo.¡Oh música! Arte divino, el más expresivo, el más grande para soñar, que en vuestras obras maestras, hacéis escalofriar. ¡Oh maestros de la orquesta! ¿Qué lengua universal habláis, que tan de acuerdo os lleváis? Corcheas, blancas y negras, fusas y semifusas, no hay por qué a todas nombrar, pues de razas y colores no os ponéis analizar, por eso os lleváis tan bien, por ello con vuestro arte llegamos a estremecer.Cien o más profesores son, de distintas partes del mundo, darles la partitura, veréis cómo la interpretan, todos a una y de acuerdo, pues bastó con que uno de ellos les diera antes de comenzar, solo la nota la. Estudiosos maestros, buscad para el resto de los humanos, un lenguaje capaz, de hacernos vivir en paz. ¡Mágico lenguaje de la música! Con lo que has sido tú capaz, tú nos tienes que encontrar, el idioma de la paz.
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