China y Estados Unidos, ambos, mencionan que esa medida forma parte de la primera fase del acuerdo comercial firmado por Donald Trump y el viceprimer ministro chino Liu He. “Parece que Estados Unidos está volviendo al territorio de la razón”, decía Global Times. “Al suprimir esta designación inmerecida, EEUU abre la puerta a discusiones más fructíferas”, “Nunca es tarde para recuperar el sentido”, añadía el China Daily. Y ambos subrayan esta victoria para Pekín porque necesitan hacer creer que el acuerdo es beneficioso para ambos. “Los 18 meses de conflicto comercial demuestran que la estrategia americana de aplicar la máxima presión posible, ya sea en el terreno de las divisas o de los aranceles, no favorece a ninguna de las partes”, criticaba el China Daily. A pesar de las grandes concesiones que China ha tenido que hacer para revertir algunos de los aranceles, el Gobierno chino busca la forma de aparecer como vencedor ante su opinión pública. Es evidente que Trump va a utilizar el acuerdo con fines electoralistas, aunque su homólogo chino no sufre la presión de las urnas, pero después de la resaca de Año Nuevo, China y EEUU tendrán que volver renegociar para comenzar a dar cuerpo a la segunda fase del acuerdo, un paso mucho más difícil de dar que los anteriores?