El Presidente de Estados Unidos ha abierto la caja de los truenos. Se ha enfrentado a la Unión Europea, a Turquía y a sus aliados en Oriente Medio y, lejos de apaciguar los ánimos con Irán, ha conseguido despertar más recelos, al mismo tiempo que ha puesto a Jordania en una posición terriblemente delicada. La decisión de trasladar la Embajada de Estados Unidos a Jerusalén es una provocación que rompe decenios de negociaciones y acuerdos aquilatados a fuego.