Estaba cantado que el señor Rajoy iba a presidir el Gobierno de España. Estaba cantado que lleva trazos de llegar hasta el final de legislatura. Estaba cantado que Ciudadanos le iba a hacer la corte y el rendibú. Estaba cantado que el PSOE iba a ir mendigando por las esquinas para rascar votos, diputados y pequeñas migajas.
Todo estaba cantado y lo que no lo estaba nos ha caído como un jarro de agua fría: la victoria de Donald Trump, ese medio canciller de acero que va a dominar el mundo cuando tenga las riendas en sus manos.
Suma y sigue, atrás quedaron los juicios por la prevaricación, malversación y llenarse los bolsillos con dinero ajeno, pocos son los que ya hablan de corrupción, la victoria pingüe del PP ha borrado cualquier atisbo de corrupción.
Y así vamos tirando poco a poco, recuperando la economía y preparando un largo y beneficioso futuro político para el PP que será el gobierno que liderará el futuro hasta que el PSOE o la izquierda plural sepa de una vez que solo uniéndose serán capaces de remediar lo que tenemos entre manos. Ver para creer.