Lo de los selfis se nos está yendo de las manos. Miranda es estudiante de la Texas A&M University. Tiene 19 años. Al parecer, hace unos días, conducía su coche cerca del campus, próximo a Houston, cuando tuvo un accidente y chocó contra una patrulla de la Policía. El siniestro no causó heridas de consideración a ninguno de los implicados. Así que el agente que estaba en el coche se acercó al vehículo de Miranda y se la encontró intentando ponerse la blusa con el impedimento añadido de que había saltado el airbag. El policía preguntó a Miranda por qué conducía sin estar vestida y Miranda respondió que estaba haciéndose una fotografía en Snapchat para su novio mientras esperaba en un semáforo en rojo. Para completar el cuadro, la amiga Miranda viajaba con una botella de vino abierta en el sujetavasos. El asunto acabó con arresto y acusación de conducción bajo los efectos del alcohol y una multa de 2.000 dólares. No cuentan los medios estadonidenses si Miranda logró enviar a su novio el sugerente selfi y creo que, ya puestos, la noche salvaje habría tenido su broche de oro si Miranda se hubiera hecho una foto con el agente para subirla a sus redes sociales. Ahora, la fotografía que seguro conservará es la de su ficha policial.