Una de reivindicación del romanticismo, de la escritura a la vieja usanza, del papel. La protagonista, una nota en la que se podía leer “Devolver a..., en el 419 de Ocean Boulevard y, a cambio, Tina, propietaria del Beachcomber, le dará una recompensa de 150 dólares”. Una nota escrita a lápiz, según cuenta The Washington Post, y metida en un botellín de Coca Cola mecido por el mar hasta una playa de las Islas Turcas y Caicos, al norte de Haití y al este de Cuba. No hay whatsapp ni snapchat que alcance el poder evocador de un simple trozo de papel en una botella. Una trozo de papel que fue hallado por Clint Buffington, al que le dio por buscar a Tina. Y lo hizo, el romanticismo está bien pero tampoco hay que pasarse de ortodoxia, buscando en Google. Y su búsqueda cibernética y luego telefónica le acabó llevando hasta Paula Pierce. Los padres de Paula regentaban en los sesenta el motel Beachcomber en Hampton, New Hampshire. Y Clint acabó por llevar personalmente el mensaje a Paula, un trozo de papel que Paula cree que su padre escribió algún día entre los sesenta y los ochenta como una broma. El Beach-comber ya no existe, fue vendido. Y los padres de Paula fallecieron. Pero Paula, de algún modo, ha recibido un mensaje de su padre.
