El acuerdo de todos los partidos políticos representados en la Asociación de Municipios Vascos, Eudel, para conformar la nueva ejecutiva de la asociación supone un auténtico referente político que refuerza al municipalismo en Euskadi y completa la labor pactista que PNV, como primera fuerza en representación municipal, y EH Bildu, segunda, desplegaron para cerrar hace tres meses la entrada en Eudel de la coalición abertzale y posteriormente, en abril, el cambio de estatutos de la Asociación, también la aprobación de la primera Ley Municipal de Euskadi. Una labor que en Eudel ha incluido por parte del PNV el esfuerzo de la renuncia a tres de sus diez representantes en la ejecutiva y, por tanto, a la mayoría en la misma -gobierna en 120 de los 231 municipios asociados a Eudel frente a los 67 de EH Bildu- con el único fin de dotar a la Asociación de Municipios Vascos de la más amplia representatividad y la mayor pluralidad posible; lo que contrasta nítidamente con la falta de acuerdos para conformar mayorías institucionales que se han padecido en otros ámbitos incluso entre formaciones de parámetros ideológicos en principio más próximos que sin embargo han antepuesto intereses electorales o partidistas a las necesidades generales. Por otro lado, a falta del seguro refrendo de la nueva ejecutiva el próximo 16 de mayo en la asamblea de Eudel a celebrar en Elgoibar, la presencia en la directiva de Eudel de todos los partidos con gobierno municipal en la CAV supone también un hito en cuanto a la normalización de las relaciones entre los mismos y por tanto de superación de las enconadas diferencias que se fraguaron durante décadas de violencia de dramático reflejo también en la vida municipal, con sus consiguiente vetos. En ese sentido, que formaciones hace no tanto tan enfrentadas sean capaces hoy de compartir ejecutiva en una institución como Eudel, que pretende articular el nivel institucional vasco más cercano al ciudadano y por tanto más personal, solo puede considerarse como un gran paso en el camino de la convivencia. Y, finalmente, que en el acuerdo, extensivo también a las comisiones territoriales de Eudel, se mantenga la representación de los independientes certifica la voluntad integradora del mismo y el afán de buscar no el beneficio de siglas o intereses concretos sino el bien común de los municipios vascos y, por tanto, de sus vecinos.