Pongo la radio y escucho que los congresistas que acudan al Palacio Europa van a tener el tranvía de ida y vuelta gratis al centro de congresos si a cambio pagan el parking de la estación. Ya está el lío montado, pienso. Como cuando dejan aparcar sin pagar en el Iradier Arena en época navideña. Para fomentar las compras en las pequeñas tiendas de Vitoria -razonan- y luego no cesan de conceder licencias para abrir grandes, medianas y pequeñas superficies hasta en edificios históricos. Ni que el Ayuntamiento fuera el Corte Inglés, con descuentos a sus clientes para aparcar en su estacionamiento si presentas el ticket de compra. Pues no. Es una institución pública con números rojos que sostienen los contribuyentes. Los mismos que pagan, primero por tener coche y después por aparcarlo frente a su casa. Pero al lío, que me voy por los cerros de Úbeda. La cuestión no es que el Ayuntamiento esté de rebajas, el problema es que no sabe qué hacer con las decenas y decenas de plazas de aparcamiento que tiene que gestionar con muchos gastos y pocos beneficios porque no hay demanda de parkings de pago, sí de gratuitos. Porque hubo una época en la que donde no se sabía qué construir, porque eso sí que daba dinero, se excavaba un aparcamiento subterráneo o se planificaba un hotel. Y de aquellos polvos...