Si no saben, no pueden o les resulta complicado, dejénlo, vayánse a casa y descansen hasta una nueva época política en que sus brillantes ideas tengan cabida en esta geografía. Estamos ya un poco hartitos de los políticos que nos refriegan cada día con nuevos casos de corrupción, con sus malas artes y mañas de hacer política y luego negocian, se ponen de rodillas y claman al pueblo para pedir migajas de escaños que les ayude en su futuro personal. Dice el refrán que dos no riñen, si uno no quiere. Llevamos un mes de ring-televisivo. En cada telediario, informativo o espacio de entretenimiento no pueden faltar las carátulas y los dimes y diretes de Sánchez, Rajoy, Iglesias y Rivera. Cuatro mosqueteros en una lid personal de la que saldrán tocados si no son capaces de resolver un problema sencillo: ponerse de acuerdo. Si así no fuese, tomen su camino y dejen espacio libre para que otros candidatos tomen su lugar.
Juan Carlos Audikana Gasteiz