ahí anda Pedro Sánchez intentando encaramarse al sillón de Moncloa. Las encuestas no pintan bien pero el madrileño ya ha encontrado la solución a su propio declive y, a falta de votos suficientes, propone acuerdos con quien sea -léase Ciudadanos y Podemos- para desbancar al presidente actual. Una especie de frente anti PP, por supuesto liderado por él obtenga o no más escaños que la derechona española. Y ahí anda también Mariano Rajoy aún a estas alturas convencido de su triunfo aunque cada vez más escamado ante la posibilidad de perder el poder después de cuatro años de rodillo absoluto. El gallego apela a la “responsabilidad” de Sánchez para salvar la pervivencia del bipartidismo, que ya caerán después estos advenedizos de Pablo Iglesias y Albert Rivera. Así que en estas estamos, con el popular tirándole los tejos al socialista mientras este coquetea con los nuevos invitados a la fiesta. No sé cómo acabará este culebrón político pero puede pasar de todo. Y si no, basta recordar lo que hace bien poco le ocurrió en Vitoria al ganador Maroto, a la postre descabalgado por el perdedor Urtaran. Mi curiosidad por el desenlace es creciente, me estoy enganchando a la telenovela. A ver con qué nos sorprenden los guionistas aunque, ya saben, suelen escribir según perciban los gustos de la audiencia.
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