El pequeño rifirrafe político que está teniendo lugar a cuenta de la invitación realizada por EH Bildu al PSE para acordar juntos, de espaldas al PNV y al Gobierno Vasco, diversas cuestiones relativas a los Presupuestos de la CAV para 2016 con el objetivo declarado de condicionarlos no tendría mayor importancia si no fuera porque desvela procedimientos que incurren en la evidente deslealtad y porque entrañan cierto riesgo de incertidumbre que en nada beneficiaría a la estabilidad. Es obvio que el diálogo entre las diferentes formaciones parlamentarias es una de las bases de la acción política y nada debería impedir que ese intercambio de pareceres y propuestas se produzca. Otra cosa es el objetivo real de ese diálogo y en qué condiciones se plantea. En este sentido, la oferta de EH Bildu a los socialistas para “corregir los recortes” que supuestamente incluyen los Presupuestos parte, en primer lugar, de una premisa falsa -como se encargó de dejar claro la propia Idoia Mendia- y, además, pretende torpedear la negociación que ya se ha iniciado entre el Gobierno Vasco y el PSE de cara a consensuar las Cuentas. La propia actitud de EH Bildu delata su pretensión última: acusa a los socialistas de actuar de “gregarios” del PNV y a continuación les ofrece una vía de deslealtad difícilmente asumible, anunciándola además públicamente y filtrando que el portavoz socialista había aceptado. La rápida reacción de Mendia al asegurar que, como ya había admitido tras reunirse con el lehendakari Iñigo Urkullu, los Presupuestos no incluyen los recortes que solo ve la izquierda abertzale y que los socialistas están tratando de mejorar las Cuentas como debe hacerse -es decir, negociándolas con el Gobierno- ha frenado la iniciativa. Pero no cabe duda de que habrá más intentos, porque las obsesiones de EH Bildu y su estrategia de desgaste al Ejecutivo de Urkullu van a marcar su agenda, sobre todo ante la cercanía de las elecciones. Por ello, es importante también que el PSE en su conjunto tenga clara su posición. Las declaraciones de ayer de José Antonio Pastor, en las que, en contra de la actitud mantenida por Mendia, anunciaba un próximo contacto con EH Bildu para “explorar si es posible” un encuentro entre ambas formaciones de cara a los Presupuestos abundan en el desconcierto. No es solo cuestión de lealtad, pero sin esta cualidad la política sería sencillamente imposible.
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